25-26 noviembre, Karrantza – Barakaldo - Trapagaran

Cinco 850 berlina compartieron las dos jornadas con un variopinto plantel de vehículos, hasta un total de, 18 entre los que podíamos encontrar desde un Citroen AX, hasta un Triumph TR3, un FIAT 1500 o un Renault Fuego, por citar algunos, provenientes de Madrid, León, Salamanca, Valladolid, Cantabria y el propio País Vasco.

El plan era sencillo: pasar el sábado en Karrantza, visitando la impresionante cueva de Pozalagua, que cuenta con uno de los mejores conjuntos de estalactitas excéntricas a nivel mundial y la antigua fábrica de Dolomitas del Norte en el barrio de Ambasaguas, donde se procesaba la dolomía extraída de la cantera que se situaba en las inmediaciones de la cueva que fue encontrada, precisamente, en una de sus voladuras. En esta fábrica está el último representante de los tranvías aéreos de transporte de mineral que queda en el País Vasco, bueno, lo que queda de él. Estos ingenios, que también se solían conocer como “líneas de baldes”, fueron abundantes en la región, donde se encargaban, principalmente, de transportar el mineral de hierro hasta los cargaderos donde eran embarcados para su exportación o a los lavaderos de mineral o, incluso, a los propios altos hornos.

El domingo visitamos la colección Orconera, en Lutxana (Barakaldo), donde se encuentra la colección de patrimonio industrial mueble del Gobierno Vasco, junto a los terrenos que albergaban la fábrica de las míticas motocicletas LUBE. En estas instalaciones pudimos ver piezas industriales que hicieron las delicias de los presentes, como buenos aficionados a los hierros viejos. Máquinas textiles, de artes gráficas, siderúrgicas agrícolas, etc, además de un inevitable ejemplar de LUBE, o varios camiones de bomberos que prestaron servicio en las empresas de la zona. De destacar el ejemplar fabricado en la Naval de Sestao donde, además de barcos, se construyeron trenes y camiones.

Después de la visita a Orconera, subimos hasta el pirulí del Argalario (mejor dicho, Mendibil), desde donde se puede disfrutar de una de las mejores vistas del gran Bilbao, y especialmente de la desembocadura de la ría.

La comida en el campo de Golf de la Arboleda, Meaztegi, puso fin a un fin de semana entre amigos y coches y ya estamos todos esperando a que la edición número XXII.