25 sep – 1 oct

Para alguien acostumbrado a eventos multitudinarios, llegar a la oficina de inscripciones del Moto Club Indianos el domingo 24 de septiembre resultaría una sorpresa. ¿Van a organizar toda una semana de turismo en moto clásica para un grupo tan reducido de personas? Pues resulta que es precisamente ésta la característica que más atrae a los que hemos disfrutado de este evento desde sus inicios. Un rally familiar en el que, incluso los recién llegados, se van con la sensación de haber formado parte de algo muy exclusivo, algo especial, que deja una huella profunda.

Un encuentro de entusiastas de la moto clásica que ha venido sorprendiendo a los participantes desde sus inicios, con una oferta turística diferente, alejada de las tradicionales zonas ya de sobra conocidas y en la que siempre nos asombran. En estos siete años hemos tenido tres diferentes bases de operaciones lo que ha permitido explorar territorios muy alejados unos de otros. Para esta edición hemos repetido Navia, y desde ahí, hemos pasado la semana sin copiar ni una sola ruta de nuestra estancia previa. Para esta ocasión han dado prioridad a las carreteras de segunda y tercera categoría, lo que nos ha dado la oportunidad de rodar con una relajación que rara vez puede ser disfrutada hoy día. Los paisajes que se pueden saborear desde este tipo de vías son algo que parece reservado a países exóticos, donde uno puede ver enormes distancias sin ni siquiera una sencilla casa o edificación de ningún tipo.

Como siempre arropados por la organización que nos deleita diariamente con una comida a media ruta y nos ofrece servicio de recogida en caso de avería de nuestras veteranas máquinas. Siempre atentos a resolver cualquier pequeño problema que pueda surgir uno siente la tranquilidad de saberse en buenas manos. Si esto fuera poco, el ambiente familiar redunda en esta garantía de no verse sólo ante el desafío y siempre hay un compañero dispuesto a echar una mano a quien lo necesite. No es extraño que tras cada una de las rutas el parking del hotel se transforme en frenético taller de reparaciones donde entre risas y bromas se reparan incluso averías severas.

Sería incluso aburrido detallar todos y cada uno de los lugares que hemos visitado, y todos y cada uno de los tramos de carretera que nos han encantado, pero si comentaré que la variedad de costa y montaña, vías de amplias curvas y carreteras tan estrechas que poco más que una moto puede caber, son algo que vamos a recordar siempre.

Con todos estos elementos alineados solo faltaba contar con buen tiempo para que el disfrute fuese completo y este 2023 ha sido, en este aspecto, absolutamente magnífico. Ni un solo día sin una buena dosis de sol y calor propios del verano que nos ha hecho pensar que estábamos viviendo un sueño. No es de extrañar pues que las despedidas hayan sido casi lacrimógenas pues ¿quién quiere que lo bueno se termine?

Me da reparo contar lo que hemos disfrutado y a la vez un poco de recelo, no sea que el año próximo seamos demasiados, pero, en fin, como estamos entre amigos, espero que no se lo cuentes más que a aquellos que sepan apreciar algo tan mágico como es este evento.

La semana previa a Colombres, el Moto club Indianos organiza un evento algo más ‘familiar’, un rally de 7 días con una oferta turística completa.

Esta edición la base de operaciones ha sido Navia, y desde ahí, hemos pasado la semana con rutas diarias, en esta ocasión dando prioridad a las carreteras de segunda y tercera categoría, lo que nos ha dado la oportunidad de rodar con una relajación que rara vez puede ser disfrutada hoy día