Retromobile París 2015 (I): Clásicos, lujo y subastas

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La semana pasada nos desplazamos nada más y nada menos que a París para visitar el salón internacional en el que el automovilismo coge tintes de arte, y pudimos comprobar que de esta forma genera un movimiento comercial elitista y especulativo que nos dejó pensando en las cifras que mueve. Realmente vimos, más que aficionados; inversores, y más que pasión, negocios. Eso sí, seguramente sea el lugar del mundo donde más belleza sobre ruedas podamos encontrar.

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No se llegó a la locura de 2013, cuando se vendió un Mercedes W196R de 1954 por 22.701.864 euros. Sí, veintidós millones de euros. Este año, la expectación la acaparaba la colección de 59 coches de Roger Baillon, un transportista francés fallecido en el año 2.000 que reunió en los años 50 una impresionante muestra de coches (Bugatti, Hispano-Suiza, Delahaye…) de la primera mitad del siglo, con la idea de abrir un museo de automovilismo. La cuestión es que este tesoro lo ha “redescubierto” el pasado mes de septiembre de 2014 en una recóndita y perdida nave del oeste de Francia, la casa de subastas Artcurial, y ha llevado a cabo las gestiones para subastarlos en Retromobile 2015. Algunos roídos por el óxido y la hiedra, y otros con mejor suerte al estar bajo cobertizo.

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De esta colección han salido piezas como un Maserati Gran Sport A6G de 1956 por 1.720.000 euros, o un Talbot Lago T26 Grand Sport Saoutchik por 1.450.000 euros, algunos multiplicando por diez el precio de su estimación inicial a pesar de su lamentable estado. A estos importes habría que sumarles las comisiones para los vendedores, que han rondado el 12%

.Maseratti A6G Gran Sport de 1956 comprado por 172 millones de euros

El top del ranking de precios y la noticia han estado en un Ferrari 250 GT California Spider. La subasta se frenaba a golpe de martillo en 14,2 millones de euros, adjudicado a un comprador anónimo norteamericano que tendrá que abonar un total de 16’3 millones de euros al sumar las comisiones. La historia del vehículo es que, aparte de ser único, fue usado por el actor Alain Delon en su vida privada. Así es como lo presentaban, ilustrando la charla con imágenes del bueno de Alain en el descapotable, en algunas acompañado por Jane Fonda. La cuestión es que no ha tardado en aparecer en medios franceses el actor, lamentando lo ocurrido: “La casa de subastas está usando mi nombre para subir los precios. Solo tuve este Ferrari durante dos años, tras el rodaje de “El Gatopardo” en 1.963, por eso no he querido participar en la elaboración del catálogo, ya que no tiene nada que ver con mis colecciones de pintura, vino o armas.”

This 1961 Ferrari 250 GT California Spider

Ante esto, la casa Artcurial ha salido rápidamente al paso defendiendo el riguroso trabajo que llevan a cabo para conocer el origen de cada uno de los vehículos, así como con cualquier lote de bienes que se les confía.

La subasta, realizada el viernes 6 de febrero en un pabellón anexo a la exposición, reunió a 3.500 personas en la sala, de los cuales 1.600 eran postores registrados. A su vez, más de 1.000 personas se registraron por internet para poder pujar en la subasta de forma interactiva.

Other highlights of the Baillon

Volviendo a poner los pies en el suelo y dando un paseo por la exposición, que ha durado del 4 al 8 de febrero con una media de 15.000 visitantes al día, tenemos la sensación de estar en “El Corte Inglés” de los clásicos. Todo está en exposición, y todo, aunque en un primer momento el propietario lo niegue, tiene un precio. No hablamos solo de vehículos, ya que esta feria abarca el mundo del automóvil desde todos los ángulos: miniaturas, cuadros, juguetes, curiosidades y muestras de arte en muy diversas formas.

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El Gordini a pedales de Alberto de Mónaco.

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Caja de herramientas de chocolate.

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Espectaculares reproducciones a escala.

Todo esto en un único y enorme pabellón diáfano en el que hasta la parte de piezas y repuestos desprende glamour, siendo un evento que no está en ningún momento enfocado a la compraventa entre particulares, o al menos es la conclusión que sacamos tras la visita y tras conocer que el espacio mínimo que alquila la organización a quien quiera exponer un vehículo para venderlo, es 6 metros cuadrados por un precio de 2.000 euros; de ahí en adeante.

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Amplios espacios con tarimas expositivas para las grandes marcas, sobre todo para las francesas Citroën, Renault y Peugeot, todas con sus modelos de gala, el de hace medio siglo junto al actual, y bastantes monográficos y aniversarios, entre los que destacaríamos el de Pegaso, con catorce coches presente en el salón (de los 80 que se fabricaron).

Estos modelos con sus historias, y muchos otros que hubo en Retromobile París 2015, podréis verlos en este blog en los siguientes artículos que iremos publicando estos días. ¡Hasta pronto!

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