Pese a celebrarse sólo una semana antes del gran evento del 60 aniversario del Seat 600 en Barcelona, el encuentro que se celebró en Palencia los días 2 y 3 de septiembre contó con una notable participación de aficionados, nada menos que 167 vehículos se inscribieron y expusieron en el Salón de Isabel II durante las fiestas patronales de la ciudad.

El primer día del encuentro, tras el pasacalles por la ciudad, los participantes visitamos la iglesia de San Pedro en Becerril de Campos, convertida en un muy interesante centro cultural dedicado a la astronomía.

El domingo, como ya va siendo habitual, la caravana de clásicos pudo circular por la Calle Mayor, constatando que cada año más personas se acercan no sólo a ver los vehículos expuestos, sino también a acompañarlos por el recorrido de esta zona peatonal y la subida hasta la zona del Cristo, que se ha convertido en una tradición en el pasacalles del segundo día de la concentración.

Este año hemos tenido el placer de recibir en la ciudad a amigos de los clubes del Seat 600 Baixo Miño, 600 y clásicos de Asturias, Cantabria, Galicia, Málaga, Tordesillas, Clásicos Aguilar, Miseat127 y Seat 1400.

Además de los numerosos Seat 600 en varias versiones, acudieron varios Citroën 11 y 15, Renault Rosalie, Cadillac Fleetwood, Continental, Porsche 911, Dodge 3700, Renault 4/4, varios Seat 850 Cupé y Spider, Alfa Romeo Spider, Ford Capri, varios modelos de Mercedes y Jaguar…

El punto final de la concentración, como siempre, fue la tradicional comida de fraternidad de los participantes, en la que, además de la entrega de premios a los ganadores de las distintas categorías, trofeos a los clubes participantes y el sorteo de regalos, fueron homenajeados y reconocidos algunos socios y amigos del Club.

Tenemos que destacar que el participante más veterano tiene 92años, quien acude acompañando a su nieto desde la primera edición del Encuentro, demostrando, que esta es una afición que no entiende de edades, sólo de ganas de compartir experiencias y buenos momentos.

Julián Bravo

Fotos: Ana Prieto, Irene Bravo