En la línea de los llamados clásicos populares, el Renault 4 es un destacado emblema automovilístico de la industria gala, reconocido mundialmente, pues supo hacerse un sitio durante 31 años (1961-1992) como un conceptual utilitario, no solo para uso familiar sino también como vehículo multiuso dentro de sus capacidades (comercial, agrícola, reparto, etc). El Renault 4 (conocido popularmente como Cuatro L, Cuatro latas, Renoleta, Chivoleta, R4, 4Lobbo y seguro que alguno más que se me escapa) es un utilitario producido por el el equipo de diseño capitaneado por Robert Barthaud, que realizó un esfuerzo considerable, tanto en su mecánica (recordemos su novedosa tracción delantera, suspensión y refrigeración) como en su diseño y por supuesto un precio asequible, compitiendo con otro monstruo entre los populares de la época como lo era el Citroën 2CV.

Si las concentraciones de vehículos históricos suelen revelar sorpresas, la concentración de Casasimarro (Cuenca) me reservó una que me fue muy grata.

“Fue mi primer coche y se lo compré con mi primer préstamo (500.000 pts) en 1996 a un antiguo futbolista de primera división. Mi flamante escarabajo y yo hicimos juntos nuestros primeros viajes, llevé a mi hermana y a mis mejores amigos el día de su boda, y solamente nos separamos cuando me marché a trabajar a Inglaterra, fue entonces cuando lo dejé bien tapado en una garaje en Burgos en el año 2.000 con la promesa de que algún día lo restauraría”

Os cuento mi historia: esta furgoneta, Citroen ak Dyane, estaba ya en trámites para desguace. La recuperé y estuvo parada un mes sin hacerle nada.

La verdad que ha sido un viaje de ensueño con mi coche. Unos 5100 kms en total consumo medio de 7.2 y visitando muchos países.

-Ante todo felicitaros por vuestra publicación, que nos hace disfrutar de nuestra "extraña" afición-. 

"Nuestro descapotable particular lo hizo mi padre para mí cuando tenía ocho años".

 

"Eduardo Romero, siempre al volante"

Hace unos días, recibimos en la redacción de Autofoto una llamada de un aficionado muy interesado en rendirle homenaje a su fallecido padre, taxista de profesión. Este aficionado a los coches clásicos había encontrado a través de nuestra revista un Plymouth idéntico al que condujo su padre en sus últimos años de vida. La historia era emotiva, y se trataba nada más y nada menos de nuestro paisano Antonio Romero, conocido mundialmente como miembro de Los del Río. No tardamos en acordar un encuentro. 

He tenido la suerte de heredar este SEAT 1500 BIFARO de mi padre, y desde hace unos años me ocupo de él.

“Si en un caso extremo tuviera que salvar uno solo de mis coches, ese sería el Jaguar…” Y es que su padre se lo regaló hace más de 40 años, después de sufrir un gravísimo accidente. 

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