Las "huelgas de mayo del 68" no obstaculizaron los preparativos finales para la presentación del R6. Para mantener el automóvil en secreto, los trabajadores de las plantas de Boulogne cubrieron los modelos con lona para que los periodistas, que a menudo se visitaban la fábrica, no pudieran fotografiarlo.

Por un lado, el automóvil fue visto como la forma ideal para que la marca completara su alcance. Por otro lado, era un arma formidable para combatir a Volkswagen y su Beetle y, para citar al presidente de Renault, Pierre Dreyfus, de "terminar con el Citroën Ami 6". El Renault 6 estaba en el espíritu de los "automóviles para la vida y para vivir" desarrollados entre 1961 y 1965; por lo tanto, estaba muy lejos del Dauphine y del R8 y no era seguro que atrajera el interés de sus clientes, más bien tradicionales. Un cuerpo de cinco puertas con una puerta posterior modular gracias al asiento trasero plegable, el Renault 6 era muy similar al Renault 4, mucho más práctico que elegante, a pesar de los esfuerzos realizados para mejorar esta área en comparación con el R4. Sin embargo, el automóvil se describió en ese momento como una limusina de cuatro puertas (seis ventanas laterales) con una escotilla de apertura trasera.

El sistema de propulsión del automóvil reflejaba sus raíces: el motor de 38cv y 845cc era el mismo que el usado en el viejo Renault 4 Super. El nivel de acabado era algo más rico que en el Renault 4, especialmente en cuanto a la tapicería, que estaba más cerca del cómodo estilo del Renault 8 y 10. La red de concesionarios insistió en describirlo como el pequeño Renault 16 para halagar a sus clientes.