La característica de este evento, es su ubicación: en el casco antiguo, rodeando el mercado local; y rodeados lo vehículos, por la multitud de, aficionados, paseantes y aquellos que se dirigen a realizar las compras. Ello limita el número de participantes, pero la ha convertido en un acontecimiento muy popular, esperado por los vecinos.

La cuarentena de coches presentados, abarcaban una amplia variedad: Lamborghini Espada, Datsun 240Z, Ferrari 308 GT4, los imprescindibles Seat 600 D, 850, 127, 1500 y 131. Entre los más antiguos dos franceses: Citroën Traction y un Renault 4/4 “1063. Un Simca Rally y un Renault 5 Turbo, daban un toque de competición y los Citroën 2CV, Renault Dauphine, 4L y R5, Authi Mini, Ford Fiesta, representaban, junto a los Seat, la fabricación nacional. De origen americano, los Ford Mustang y un Jeep militar; los ingleses Triumph Spitfire y MG B; los italianos Alfa Romeo, Ferrari y Lamborghini y, por Alemania un Volswagen “Karfer” y varios Porsche. Tras la exhibición, los participaron en una corta ruta, pasando por “La Conreria”, un tramo de los rallys del pasado siglo.

Sant Andreu, está ligado a la historia del automóvil: a solo unos cientos de metros, del lugar de la concentración; se ubicaban, la fábrica de Hispano Suiza (La Sagrera), posteriormente convertida en la Pegaso; la Elizalde, que devino en la fábrica de motores de aviación ENMASA, del INI, y desde 1963, fabricante de los vehículos industriales de Mercedes Benz. También las instalaciones de Los Ricart España, MYMSA (motocicletas). Una miríada de talleres fabricaba componentes con Hispano Villiers y Harry Walker, como las más destacadas.

Texto: Manuel Serrano. Fotos:  Mariona Doménech y M. Serrano.