En cuatro ruedas encontramos desde el Overland-Whippet de 1928, hasta el mítico Ferrari Testarossa. Bajando a la Tierra, se pudo disfrutar, tanto de modelos deportivos, como el Renault 5 Copa Turbo, el Ford Capri o el Volkswagen Corrado, como de los añorados utilitarios que dieron acceso a las cuatro ruedas a millones de españoles, como el SEAT 600, el Renault 12 o el SEAT 124, entre otros muchos.
También las motos tuvieron su protagonismo; desde los ciclomotores Vespino o Mobylette, pasando por las icónicas Vespas y Lambrettas, hasta modelos tan exclusivos como la Yamaha VMAX o una réplica de la mítica HONDA RC30.
Un puesto de miniaturas también hizo las delicias entre los más pequeños... y no tan pequeños.
Y para que todo funcionara como un reloj, allí estaban con sus chalecos amarillos los voluntarios del Motoclub Sotopalacios colocando los vehículos y echando un cable en todo lo que fuera menester. Y es que el nombre de Sotopalacios, no huele sólo a la rica morcilla que se fabrica en la localidad; también huele a gasolina desde hace ya muchos años, no en vano cuenta con un motoclub con casi un centenar de socios, y organiza durante el año varios eventos relacionados con el motor: el RallySprint Tierras del Cid y el Enduro Sprint, dentro del Campeonato de Castilla y León de sus respectivas categorías, el Slalom de tierra de Sotopalacios... y ahora, y tras este éxito inicial, seguro que tendrá continuidad la concentración de clásic@s de Sotopalacios.
