La inauguración de la Fiesta de San Cristóbal dio comienzo el sábado 8 de julio con una concentración a las 16.00 h., bajo un sol intenso, en la Plaça del Dr. Guardiet, junto a la iglesia de Sant Pere de Rubí. Los vehículos de los socios quedaron expuestos alrededor de la plaza, y en la carpa del club se ofrecieron cava y pastas para acompañar un breve discurso del presidente de nuestro club, Juan José Sánchez, junto con la presencia de algunas autoridades de cultura de nuestro ayuntamiento. Después de las fotos de rigor para dejar constancia del evento, los vehículos salieron en comitiva a las 17.00 h. hacia Sant Quirze del Vallés para recoger al abanderado de la edición de este año, Josep M. Molons que nos esperaba emocionado para recoger la bandera de nuestro club y ofrecernos un pequeño refrigerio para sofocar el intenso calor veraniego.
Alrededor de las 19:00 h. los vehículos volvieron en comitiva a la Plaça del Dr. Guardiet de Rubí, ahora más concurrida, donde quedaron nuevamente expuestos para deleite de los paseantes de la zona que se afanaban en comentar recuerdos y en hacerse fotografías con unos y otros vehículos. Entretanto se celebró una misa a las 19.30 h. en honor a Sant Cristóbal, patrón de los conductores, donde se insto a ser prudentes y respetuosos al volante.
La jornada concluyó con una cena en la acogedora terraza del Restaurante El Castellet de Sant Quirze, donde tuvimos ocasión de degustar unos variados y deliciosos entrantes y un sabroso segundo plato que hizo las delicias de los asistentes, y por supuesto, no faltaron ni postres ni cafés.
El domingo día 9 de julio, cambiamos de escenario para poder disfrutar de un poco más de espacio y de sombra, y se organizó una concentración de vehículos clásicos en la Rambla del Ferrocarril de Rubí para socios y aficionados al mundo del motor clásico. El encuentro congregó a cerca de 80 vehículos de diversas décadas, comprendidas mayoritariamente entre los años 60 y 90. Los vehículos quedaron expuestos a lo largo de la Rambla y centenares de móviles y algunas cámaras se afanaron a registrar el encuentro, a grabar en video cualquier detalle y a registrar todo tipo de comentarios sobre los coches.
La espera se amenizó con música, un bar donde se servían refrescos y bocadillos de butifarra, conversaciones entre aficionados y hasta un sorteo de distintos regalos: paraguas, tazas… y hasta un par de afortunados que se llevaron un jamón.
Alrededor de las 12.00 h., escoltados por la policía municipal de Rubí, hicimos un recorrido por las calles del centro de la ciudad con nuestros vehículos clásicos que animó la mañana del domingo y concluyó con la bendición de los coches en la iglesia de Sant Pere y la entrega de medallas.
Agradecidos y satisfechos por todo el trabajo realizado y por la buena acogida de la celebración, ya estamos trabajando en los preparativos de la celebración del próximo San Cristóbal.
