La organización ha querido mezclar en este certamen el glorioso pasado con el futuro prometedor de los Abarth, haciendo partícipe del evento tanto a los amantes del automóvil clásico como a los entusiastas del coche actual de la firma del escorpión, todo en un ambiente festivo y sin pretensiones competitivas a lo que permita disfrutar de la afición, a la pasión del automóvil en la pista, rodeados de amigos y simpatizantes del mundo del motor.
En esta edición se dieron cita 42 coches divididos en dos modalidades; la Modalidad Abarth Clásico con 17 inscritos y la Modalidad Abarth Moderno con 25, todos ellos dispuestos a disfrutar de las 5 horas en la pista, las cuales se dividieron en fracciones de 30 minutos para cada categoría. La lluvia moderada e intermitente, aunque por lo menos sin viento (habitual en Calafat) condicionó notablemente la conducción de los asistentes, poniendo a prueba las habilidades de pilotos y automóviles.
La valentía, el respeto y la responsabilidad que demostraron en todo momento todos y cada uno de los participantes ante este condicionante meteorológico fue abrumadora y envidiable, lo que permitió un evento sin incidentes marcado por los casi inevitables y espectaculares trompos que se sucedieron durante toda la jornada y que pusieron en aprieto a más de un participante. La velocidad de los automóviles en el trazado pasó a un segundo plano, dando prioridad a la habilidad de los pilotos con el firme mojado.
Llegados desde distintos puntos de nuestra geografía, los clásicos participantes fueron muy diversos, configurando una parrilla de salida típica de los años 70. El mayor número de inscritos correspondió a los espectaculares Fiat Abarth 1000, con 8 unidades. Completaron la categoría un Fiat Abarth 850 TC, un rapidísimo Fiat 500 F, un Seat 127 Abarth, el Seat 600 Gr.5 del experimentado piloto Marc Mañas, un Autobianchi A112 Abarth, un Fiat X1/9, un Mini Cooper 1300, un Ford Escort Mk1 RS1600 y el Fiat Abarth 1000 TC original del piloto holandés Ron Verzijlbergen.
Insólito el duelo que ofrecieron Juan Navarro con su preparadísimo Ford Escort Mk1 y Ron con su “misil” Fiat Abarth 1000 TC, que hicieron las delicias de los participantes y del público asistente. Destacar la admirable maestría con la que estos dos grandes pilotos se batieron en el circuito con la pista mojada.
Tal y como apuntaba el propio Juan Navarro, no es nada fácil pilotar un vehículo clásico en un circuito a elevada velocidad, lloviendo, con los cristales empañados y con las gomas resecas de los limpia parabrisas. Todo un reto superado con creces, disfrutando como “niños” y seguro que tardaran mucho tiempo en olvidar esta experiencia.
En la modalidad Abarth Moderno, la savia actual de la firma Abarth, la organización tenía preparada la participación del S 600 JTR Racing; procedente de Almería, Juan Trino preparó y acabó esta unidad especialmente para participar en esta edición de la ACC. Y, la verdad, que no defraudó a nadie. Los allí presentes pudieron contemplar el poderío que tiene esta unidad en la pista y admirar la ingeniería aplicada al automóvil que esconde su S 600 JTR Racing bajo la carrocería de un humilde SEAT 600. Esta modalidad tenía la similitud de una Copa Abarth 595.
Mención especial para Anna Sánchez, la única piloto inscrita con su precioso 595 Competizione de color amarillo.
Es espectacular ver estos pequeños bólidos correr en un circuito sin miedo al agua, disfrutando del momento y siempre con la máxima precaución hacia los demás participantes. Vuestro comportamiento nos da la fuerza necesaria para ponernos a trabajar en la próxima edición del 2023 y, os adelantamos, que está prevista para el próximo día 5 de noviembre en el Circuito de Calafat y traerá novedades.
Texto: Antonio Coria Benítez
Fotos: Joan Gomis
