El magnífico evento ha sido fruto de muchos meses de duro trabajo, por parte de ambas entidades. Pero las muchas horas de gestión se vieron recompensadas cuando quedaron expuestos en la Concha hasta 9 Hispano-Suiza, siendo dos de ellos piezas únicas, concretamente el Alfonso XIII oficial de fábrica con el piloto Zucarelli, y el Tipo 30 Sport Rabassada. Además de estas joyas nacionales pudieron contemplarse dos Bugatti, un tipo 23 Brescia y el Tipo 35 que perteneció al piloto español De Vizcaya, y que compitió en su momento en el Circuito de Lasarte, siendo el único de los presentes que podía presumir de tal palmarés. Desde Gran Bretaña acudía un Sunbeam Copa de L´Auto, una pieza de competición singular. Aunque no menos especial era el especialísimo Ricart y Pérez, construido por el genial ingeniero español que ganaría fama con la creación de algunos de los mejores Alfa Romeo de competición, o los legendarios Pegaso. Sin par es la presencia del España, uno de los escasos supervivientes de la marca. Poco es necesario explicar de los cuatro Rolls-Royce, la marca de lujo archiconocida. Además de los citados encontramos representantes de lo mejor de la industria automovilística del momento; Cadillac, Riley, Delage, Delahaye, Alvis, Amilcar, Ford, Chrysler, MG, Buick... Y la parte reservada a las motos contaba con máquinas tan emblemáticas como las BMW R11 R12, o la Harley Davidson VL, pero también por otras tan singulares como las firmadas por Husqvarna, Motosacoche, Gnome Rhone o Scott, además de tres triciclos, dos Morgan y dos Dartmon.

Tanto FEVA como el RACVN han realizado un enorme esfuerzo, y prueba de ello es tanto la calidad y cantidad de los participantes, como la ausencia de incidentes a pesar del intenso tráfico de esta poblada e industrial zona de España. Un nutrido grupo de motoristas se volcó por controlar el tráfico y cortar el paso en los cruces, evitando con ello posibles accidentes. Un dispositivo que funcionó en todo momento, y que permitió rodar con tranquilidad, disfrutando en todo momento del paisaje y del buen funcionamiento de las máquinas, por lo que ambos organizadores tuvieron una valoración muy positiva al finalizar el rally

Un siglo después, el paseo Circuito del municipio de Lasarte-Oria ha vuelto a convertirse en la recta de salida y meta de una prueba automovilística

Una ocasión irrepetible, un evento memorable y una experiencia que sin duda quedará en la memoria tanto de los participantes como de los miles de viandantes que pudieron disfrutar que un espectáculo que difícilmente podrán volver a contemplar.

Dos de los momentos más emotivos de la jornada se han vivido en el paseo Circuito del Municipio de Lasarte-Oria, coincidiendo con la salida y llegada de los bólidos y las motocicletas para completar el recorrido (este paseo toma el nombre del legendario circuito). la recta de Lasarte-Oria se ha convertido en una auténtica zona de parrilla de salida o en un paddock repleto de participantes (la gran mayoría vestidos con atuendos de la época). Los miembros de la organización, vestidos con los característicos buzos blancos de la época, han estado anunciando los minutos que faltaban para la salida en cada momento, paseándose por la recta con un cartel que indicaba el tiempo sujetado por un mástil.

En los primeros momentos hubo algo de confusión, dado que la Policía Local y la empresa habilitada por el ayuntamiento preveían una velocidad demasiado lenta para la pléyade de coches deportivos que participaban, y que necesitaban para su buen funcionamiento un ritmo de marcha superior. Aclarado el asunto, toda la organización procuró circular de manera que los Bugatti o los Hispano-Suiza de competición pudieran refrigerarse adecuadamente.

Algo a lo que no contribuyó la excelente climatología, con un día de verdadero verano, y un sol limpio que calentaba inmisericorde, sin una nube que mitigara, al menos de tanto en tanto, sus efectos. Lo cierto es que una vez en la carretera la brisa marina contribuyó a aliviar el sofoco, y a un buen paso los participantes recorrieron los 70 km que separaban San Sebastián de Zumárraga, atravesando preciosos parajes tanto costeros como de montaña.

Antes de la segunda jornada, Los vehículos han permanecido aparcados en batería en un lado de la vía y al otro lado se han situado sus conductores (emulando las características salidas a motor parado de la época).

A la llegada, el presidente del RACVN, Pedro Martínez de Artola, acompañado por varios miembros de la directiva, recibían a todos los participantes en la zona de meta ondeando la característica bandera de cuadros. Muchos participantes han celebrado el paso por meta como si de una auténtica victoria de un gran premio se tratase.

La caravana atravesó localidades como Urnieta o Hernani, que en su momento fueron escenarios de las míticas carreras guipuzcoanas.

Tras completar el recorrido se celebró una comida en un excelente restaurante de Zubieta, donde tuvo lugar la estrega de premios, y la despedida a los participantes.

Entrega de premios

Aunque este rallye no se trata de una prueba de automovilismo en la que se premie la velocidad o la regularidad en la conducción, sí se han repartido premios en función de diferentes criterios que se exponen a continuación:

En la categoría “Trofeo FEVA al vehículo mejor conservado” se han entregado 3 premios. La 1ª clasificada ha sido Sylvie Oteiza con su Motosacoche 2C10C, seguida de Javier Rodríguez con su Hispano Suiza T49 y por Fernando Pruñososa con su Delage DI segunda serie.

En la categoría “Premios a la Elegancia”, el primer premio ha sido para Santiago Sánchez (Hispano Suiza H6C), seguido por Jesús Echeverría con su Hispano Suiza J12 y por Jorge Diamantopoulos con su Delahaye 135. En la categoría “Trofeo FEVA a los vehículos más deportivos” también se han entregado 3 premios: Juan Quintano con su Hispano Suiza Alfonso XIII Competición, 2º Carlos Polo con su Sumbean Copa d´l auto y el 3º para Rafael Pueche, con su Hispano Suiza T30 Sport Rabasada.

Los tres “Trofeos FEVA Juventud a los pilotos más jóvenes” han sido para Carolina Pueche (Delage Dis) y para los hermanos Borja y Alejandro Sánchez Silva (Alvis 4.3).

El Trofeo a la motocicleta más antigua ha sido para Antonio Silva (Dartmont Special).

El premio al vehículo más vinculado al Circuito de Lasarte (Trofeo Ayuntamiento de Lasarte-Oria) ha sido para Julio Martínez (Bugatti T35).

El premio al vehículo participante más antiguo del País Vasco y Navarra ha sido para Amador Tolosa (Hispano Suiza H6B).

El premio al vehículo más antiguo de fabricación nacional ha sido para Francisco Pueche (Hispano Suiza Alfonso XIII).

El “Trofeo Correduría Romagosa al participante con mayor tesón” ha sido para Charo García con su Hispano Suiza Tipo 32.

El premio al vehículo más antiguo (Trofeo Surne) ha sido para Vicente Ramos (Ford T de 1911).

El premio para el vehículo más lejano (Trofeo Acunsa) ha sido para Ralf Bunger (Rolls Royce 20CV “Twenty”)

El premio para el equipo femenino ha sido para Claire Lebreton (Gordini T8).

El premio a la mejor indumentaria ha sido para José Mari Zubizarreta (Hysqbarna 180).

El premio al club más representado ha sido para el Veteran Car Club España y, por último, y el “Trofeo a la desventura” ha sido para Laila Quintano (Bugatti Brescia).

Fotos: Rafa Marrodán, Mario García, Javi Colmenero