Marcada por muchos amantes de las motos en rojo en su calendario, esta concentración pasa por ser una de las más importantes de España por la categoría de los modelos participantes, por el ambiente distendido y de camaradería y por el empeño de la organización en que todo salga a pedir de boca.

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Este año, la reunión de Barajas congregó a 135 participantes que, como establece la normativa, presentaron ante la mesa su seguro y la certificación de la ITV. BMW, DKW, Ducati, Ariel, Guzzi, Lambretta, Vespa, Benelli, NSU o Harley Davidson entre las marcas extrageras. Montesa, Ossa, Bultaco, Derby y, por supuesto, Sanglas entre las nacionales. La Plaza Mayor de Barajas quedó convertida en todo un museo de la moto para deleite de vecinos y visitantes.

La exigente ruta de carretera de esta edición llevó a los participantes por Madrid y Guadalajara. Curvas para todos los gustos entre El Casar y Uceda, rampas y bellas vistas en la subida al puerto de El Atazar y una deliciosa caldereta en Torrelaguna hicieron que la jornada dejara más que satisfechos a todos los participantes.