Disfrutamos de una ruta estupenda hasta destino, donde, después de hacer el pertinente pasacalles, por las vías de la población, nos abrieron las puertas de la plaza de toros octogonal, construida en el siglo XIX, en la falda de la Sierra Blanquilla o de Baños, donde estacionamos nuestros coches.
Destacar, además de la participación de un buen número de socios, la maravillosa acogida por parte de los habitantes de Carratraca, del Bar Paco Pi que nos preparó un almuerzo estupendo y la colaboración del Ayuntamiento.
Sin duda volveremos a visitarlo.
E. Tovar