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Esta singular concentración difiere de lo habitual en que se cambia en sedentarismo del tiempo de exposición por tiempo de conducción aprovechando las magníficas carreteras y disfrutando de hermosos parajes que nos ofrece nuestra región. No competitivo y en formato de sábado por la tarde.
El parking del Asador Agarreko en Iurreta sirvió como base de concentración. Al final fueron menos los participantes de los esperados, por diversos problemas de última hora, los que afrontaron los 185 kilómetros de ruta diseñados por la organización. Si bien era de destacar la calidad de algunos vehículos. Así nos encontrábamos mitos como el Porsche 911 Targa, en una exclusiva versión con kit del especialista koenig, o el Ford Escort Mk II en su versión Pinto. Los espectaculares coches del Gr.B como el Audi quattro o el R5 Turbo2 Cevennes. Pasando por el coupé de arquitectura clásica como el Opel Manta GT/E sin olvidarse del “jovenzuelo” Renault Super5 GT turbo.
La jornada fue acompañada de bastante calor, pero gracias al buen cuidado mecánico de sus máquinas por parte de sus dueños, no dio ningún problema en este aspecto. A las 16:30 salían los participantes cruzando el Duranguesado por para salir de el por el alto de Kampazar que condujo a la caravana hacia el alto deba cruzando Arrasate- Mondragon para disfrutar de la majestuosidad del valle de Leniz subiendo por la carretera en la cual se disputa la subida a Arlaban para acercarte hasta Landa, la playa de Vitoria, bordeando el pantano de Ullibarri-Gamboa, para seguir dirección a Agurain y pasar a Navarra, para llegar hasta Olazagutia a las faldas de la sierra de Urbasa.
Tras un refrigerio y la lógica conversación sobre los lugares por lo que se había pasado, se reanudó la ruta en la que se hizo un pequeño homenaje a la subida a Urbasa recorriendo sus dos primeros tramos, para acabar llegando y cruzando Alsasua para volver a tomar dirección hacia Guipúzcoa. Por el alto de Otsaurte y llegar a Zegama bajo la mirada del Aizgorri. La ruta siguió por Cerain para llegar hasta Legazpi de donde se dirigieron hacia la villa universitaria de Oñate desde donde se volvió hacia Vizcaya por el alto de Kampazar haciendo para a la bajada de este en Elorrio. Aquí uno de los Mantas tuvo un pequeño problema de transmisión que allí mismo se pudo solventar para finalizar la ruta que lleva a los vehículos a usar el recién inaugurado corredor de Elorrio a Herediana, y coger la carretera hasta el punto de salida.
Una típica y casera cena de cocina vasca, en Restaurante Urrutxua de Muxika, servía de despedida a los participantes que de seguro esperan con ganas una nueva edición.
