6-7 octubre, Orense

Con relativas ansias estábamos esperando la llegada del primer fin de semana de octubre para la realización de la 4ª Ruta Citroën 2CV y derivados. Y así, el 6 y 7 se vieron cumplidas nuestras expectativas para poner a prueba los jamelgos mecánicos. Lo de poner a prueba es un decir, porque estas máquinas siempre responden la mar de bien en todas las circunstancias.

De la mano de Rafa Sia, tan emprendedor como animador en todos estos quehaceres, iniciamos el programa una mañana un poco fresquita desde la Plaza Mayor de Ribadavia. Bella villa declarada Conjunto Histórico Artístico con su legado judío. Obligado recorrido por sus estrechas callejuelas para admirar su belleza arquitectónica, para luego degustar el obligado ribeiro al son de los cláxones de los bicilíndricos, que de esta manera también se alegraban de compartir esta nueva experiencia. Se inicia la marcha de las 28 monturas en ruta hacia Cortegada y Padrenda, no sin antes visitar la escudería de nuestro amigo Darío de San Cristobo.

Casa rural de Grixó en un enclave paradisíaco, la efímera lluvia hace acto de presencia que viene a asentar el polvo otoñal de las corredoiras. Comida típica gallega: pulpo a esgalla y carne ao caldeiro, acompañados de un ribeiro tinto y gaitas del país.

Tarde alta para encarar la sinuosa carretera a orillas del río Miño en dirección al Monasterio de San Clodio, hoy reconvertido en un fantástico hotel, donde pernotamos en un plácido descanso digno de los monjes del Císter.

Domingo día 7, Lorenzo nos saluda con sus rayos mañaneros y así nos disponemos a cabalgar hacia las montañas de Avión. Nos saluda Pena Corneira en camino hacia Cortegazas. Encantador pueblo abandonado a su suerte; sólo una familia se resiste a dejar su terruño. Misa dominical y tapeo para despedirnos con el propósito de sacar a relucir nuestros 2CV en un tiempo breve.

Pepe Gude. Clásicos Baixo Miño