Con una plantilla de personal cercana a los 35.000 operarios, que cambió la fabricación de vehículos militares por vehículos de tracción para arrastrar vertederas y remolques. Esto, que a partir de 1945 fue una cosa habitual entre los fabricantes de la época, no lo era tanto en las 2 primeras décadas del siglo XX, y FIAT, como comienzo de la andadura agrícola, desarrolló una potente máquina, pesada por la cantidad de hierro que la componía, dotada de un motor de 4 cilindros refrigerado por agua y movido por petróleo.

Esa máquina era ya un tractor destinado a la agricultura con tecnología algo parecida a lo que ya Ford había patentado con los tractores Fordson. Nacía el Fiat 702. Desde ahí en adelante ocurrieron infinidad de hechos que condujo a la marca hacia una extraordinaria meta, entre la que destaca la época de los 60 con la introducción de 4 modelos con una potencia que rondaba entre los 19 y 70 cv. Luego, incluso en nuestro país, se hizo la marca con la fábrica de Motransa que en 1978 padecía una grave crisis. Fabricó tractores de gran calado tecnológico que marcaron los prototipos de la ingeniería agraria para un futuro cercano, con la producción clasificada por series, que mantenían cierta superioridad con los tractores de la competencia.

Los amantes de los tractores clásicos, recordamos la enorme variedad de modelos de tractores Fiat que pululaban por España, de los que todavía quedan muchas muestras para regocijo de los admiradores de estas máquinas, y algunas en estado de restauración para concurso. En este sentido, hay que mencionar a Rodrigo González Morales, un agricultor de Palma del Río, socio de la Asociación Andaluza Amigos del Tractor Agrícola, y un verdadero restaurador de los tractores Fiat antiguos y clásicos. De su colección, selecciono 3 tractores que posiblemente estén en mejores condiciones que cuando se fabricaron, y aparecen en las fotografías donde se puede apreciar el trabajo de restauración llevado a cabo. El modelo de doble tracción 441 R, fabricado en Turín (Italia) en el año 1960, de 33 cv y 4 cilindros, el modelo 420 DT, también de doble tracción, fabricado en Italia, de 45 cv y 3 cilindros, y el pequeño en el que posa su propietario, el modelo 211 R de 1960, fabricado también en Italia, de 21 cv y 2 cilindros. Además, la colección cuenta con otros tractores de la marca, que se encuentran en el mismo estado de restauración y mantenimiento que los anteriores, siendo en definitiva lo que engrandece a los que hacen posible el resurgir de máquinas abandonadas y olvidadas.

Fotos: Rodrigo González

Texto: Francisco González