Es un acontecimiento que ya se ha convertido en tradición. Un auténtico paraíso para los amantes de los objetos antiguos que tenían más de ochenta paradas para escoger y comprar.
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El sábado por la tarde se podían ver las actividades de los tractores con varias demostraciones de trabajos del campo.
Una gran exposición de estos vehículos, muchos de épocas pasadas, que han rememorado la manera de trabajar antiguamente, como se hacían “garbes”, entre estos, también se ha podido ver una de las primeras máquinas para hacer la recolección e incluso alguna máquina de “batre”.
Acto seguido, una subasta acompañada por una merienda. Es el tercer año de la subasta con muy buena acogida por parte de los paradistas y del público, y con algunas piezas únicas.
El domingo es el día con más actividades en la feria, empezando con un desayuno con productos de la zona y la concentración de coches y motos anteriores del año 1975, incluso alguna anterior al año 1940. Después del recorrido por los alrededores, se han colocado para exposición hasta finalizar la feria.
La feria empezó hace 17 años como un hobbie de cuatro o cinco amigos amantes de los vehículos antiguos y antigüedades y hacer un pequeño encuentro, no obstante, el acontecimiento ha ido creciendo con carácter propio hasta convertirse en un referente de ferias de este sector en Catalunya. Por ella pasan centenares de visitantes de nuestro país, así como de clubs de vehículos antiguos y de muchas comarcas vecinas, turistas y curiosos.
Por eso queremos agradecer a todos su incondicional asistencia a nuestra feria, que nos anima a continuar adelante. Un mercado lleno de gangas, coches y motocicletas antiguas.
