Aunque la climatología quiso jugar una mala pasada, el público respondió llenando los tres días el aforo del escenario elegido para el evento. Torre Loizaga de nuevo fue el marco incomparable e inigualable para acoger a todo este elenco de personas sibaritas y con un gusto exquisito. En este evento, único en todo el norte del Estado, se unen una serie de actos que hacen que los aficionados al motor se mezclen con gente de otro tipo de vida, gustos y prioridades, personas que, con un tipo de vida muy selecto o exclusivo, que valoran más la calidad que la cantidad. Esto es lo que hace que este Salón sea tan diferente como admirado.

Además de la colección de Rolls Royce que acoge la Torre Loizaga pudimos disfrutar de una serie de vehículos venidos de otros puntos tanto nacionales como extranjeros, muchos de ellos para participar en un evento muy relevante, ya que se ha celebrado el 1er Autobello Bilbao. Entre cerca de un centenar de vehículos expuestos entre los olivos del jardín pudimos admirar coches tanto clásicos, modernos como de Rally. Entre los vehículos clásicos pudimos ver desfilar joyas de gran valor como Jaguar E-Type,Porsches, Ferraris, y un impresionante Lamborghini Countach. Además, desfilaron también vehículos más modernos de las marcas Audi, Lexus y Maserati.

El premio más importante, la copa de oro, fue a parar a un impresionante Mercedes300 SL Roadster de color negro que hizo las delicias del público asistente. En categoría de coches modernos el premio fue para un Audi R8 V10 Plus y también fue reconocido el estilo de un espectacular Lexus LC500.Torre Loizaga recibió una mención especial que fue recogido por María López-Tapia y su hijo Patricio Careaga.

Pero todo no eran coches, ya que dentro de las murallas de Torre Loizaga se generó una serie de actos para los asistentes, siendo este motivo el que distingue a High Motors de otros salones de coches. Catas de vino, charlas, masterclass de bebidas Premium, arte en vivo, moda, joyas, alta peluquería, banca privada, gastronomía…

Carla de Bulgaria asistió durante los tres días del evento presentando su línea de cosmética y complementos, empresas de seguros especializadas en vehículos clásicos, , inmobiliarias de viviendas de lujo, banca privada, el toque internacional lo dio la empresa italiana LR Wonder que quedaron fascinados con la elegancia que desbordaba el evento.

Este año la oferta gastronómica fue muy afín con el entorno de Euskadi y ofreció diferentes ambientes. Tuvimos desde unos riquísimos pintxos, raciones típicas del País Vasco y hasta sushi, todo ello amenizado con música en vivo en los jardines que rodean la piscina. También hubo food tracks ubicadas entre la exposición de vehículos, que además de ir con el decorado ofrecían una gastronomía más informal. En el interior de la torre se creó un restaurante con un menú especial High Motors, que fue el marco idóneo para reuniones de asistentes en torno a una buena mesa,

Como viene siendo habitual en High Motors se creó hasta una zona de ocio donde Casino Bilbao volvió a instalar la ruleta y una mesa de BlackJack para pasar un rato divertido y disfrutar de un buen combinado o una copa servida por auténticos especialistas de la coctelería.

El grado de satisfacción de Koldo Marcilla, creador y organizador de este evento es muy positivo. En todo el fin de semana se alcanzó una cifra superior a los 2.500 visitantes. Para ello hubo que cortar las carreteras y hacerlas de sentido único y realizar un enorme despliegue de personal de Protección Civil dirigiendo el tráfico.

Un año más High Motors consiguió crear un fin de semana donde la exclusividad, la elegancia y los productos de alta gama estuvieron al alcance de los visitantes.

Koldo Marcilla