Así, 30 vehículos, el máximo admitido por la organización, se dieron cita en Palau-solità i Plegamans para comenzar el día con un desayuno de tenedor consistente, a base de calçots y complementos varios en el Bar Esbarjo.

Con toda la comitiva preparada, se puso en marcha la ruta de 75 km por carreteras paralelas a la autopista A2 hasta llegar a Lloret de Mar, donde se pudo visitar la excepcional colección privada de uno de los socios del Clàssic Motor Club del Bages, Josep Carbó. Allí los participantes disfrutaron de una veintena de coches, muchas más motos y más de 500 maquetas de todo tipo de vehículos, además de otros artículos como posters de eventos, placas de rally, fotografías… un rincón mágico que recoge toda una vida de pasión por el mundo del motor.

La salida se cerró con una ruta por la zona con destino a Sils, donde la comida de fraternidad puso fin a la jornada.

Texto y fotos: CMCB