10 diciembre, Tenerife
Si bien en el año 2014 este grupo de amigos del norte de Tenerife se constituye como club “Seat 124 - 1430 Canarias”, al siguiente año modifica el nombre pues ampliaron sus expectativas agrupando a todos los Seat clásicos e incluyendo algún Fiat e incluso Lada que, como condición, residiera en Canarias. Posiblemente, esta señera marca en todos sus segmentos, ha sido el emblema de desarrollo desde que el 7 de junio de 1949, el gobierno publicó la creación de esta compañía, cambiando radicalmente la movilidad del país y pasando a formar parte de memorables recuerdos de millones de españoles, que posiblemente alguna vez tuvieron o pensaron tener uno, pues la historia de Seat es también nuestra historia.
Hoy día, por suerte hay muchos clubes y aficionados de esta marca o de un modelo en concreto, que conservan y se resisten a olvidar lo que alguna vez fue un vínculo que, en muchos casos, formó parte de la familia, como es el caso de esta gran familia de aficionados, que el pasado 10 de diciembre decidió celebrar un año más la llegada de la Navidad, concentrándose a las 10 am (entre socios e invitados, incluso de otras marcas, 24 vehículos y 46 personas), en los aparcamientos del recinto ferial de S/C de Tenerife, para compartir una alegre jornada entre clásicos.
La primera parada de reagrupamiento fue en la playa de las Teresitas, para después continuar por la subida al monte de Laurisilva, cerca de la Cruz del Carmen a unos y 800 metros de altitud, bajando posteriormente por la carretera que va de la entrada de los Batanes a Pedro Álvarez, donde nuevamente se hizo otro reagrupamiento para pasar por el pueblo de Tejina, hasta llegar a la localidad costera de Bajamar, donde en el Club Náutico nos esperaba una festiva comida y despedida de actividades hasta el año próximo.
Una jornada estupenda donde pudimos encontrar la variedad de microclimas que caracterizan estas islas, experimentando temperaturas de 17º a 25º, sol, nubes, niebla e incluso alguna llovizna, pueblos con ambientes y decoraciones navideñas, sorprendidos viandantes y conductores que admirados saludaban, posiblemente porque le traíamos a sus memorias pasadas vivencias.
