El pasado domingo 22 de abril, un gran grupo de aficionados al legendario vehículo clásico Seat Panda, así como a sus variantes Seat Marbella y Fiat Panda, entre otros, organizó una concentración en la que consiguió reunir a más de 14 coches y a más de 20 asistentes que quisieron compartir, una vez más, su pasión por el vehículo más de moda allá por los años 80.

La ruta se realizó tanto en terreno de asfalto como de tierra donde una hilera de dichos automóviles arrancó motores iniciando el recorrido desde la ciudad catalana de Terrassa hasta llegar a Vacarisses, donde tuvo lugar un apetecible almuerzo.

En un ambiente amistoso y de buen humor, los compañeros charlaron, intercambiaron experiencias vividas con la máquina y compartieron anécdotas ya que muchos de ellos han sido participantes de la panda raid, y otros muchos simplemente decidieron pasar un buen momento "vintage" y hacer un homenaje al clásico que nos ha cautivado y que seguirá generando simpatía a lo largo de la historia.

No obstante, cabe recalcar que, ante la disconformidad con la gestión de restricciones de circulación en la ciudad de Barcelona, los miembros del grupo demostraron que no les faltó ideas para promover el uso de los coches de antaño. Y es que el objetivo es lucirlos por las calles y hacer ver a los poderes públicos la importancia de que lo que ellos consideran un hobby contaminante se asemeja más a una salvaguarda de patrimonio.

Por esta razón, los nostálgicos del pasado seguirán luchando para que estos grandes utilitarios, a pesar de su antigüedad, sigan rodando por las calles de la ciudad condal dibujando sonrisas a todos aquellos que los recuerdan como los autos de época que sus abuelos usaron o quisieron conducir algún día.

Irina Plaza