En esta ocasión, visitamos primero el museo del vino de la localidad de Almendralejo, lugar que sirvió para juntarnos con otros socios procedentes de otros lugares. Una vez visitado el museo y degustación de una cata de vino, tomamos rumbo a Alange, famosa por su embalse y sobre todo por su balneario, considerado como uno de los mejores conservados de Europa y Patrimonio de la Humanidad.
Al salir, se visitó el lavadero y después nos fuimos a comer a su merendero, donde hay una preciosa playa interior. En la comida como en el resto de la ruta, tomamos las medidas de seguridad por la covid-19.
Como fue un día primaveral muy caluroso, comenzamos a realizar la visita al castillo, pero decidimos aplazarlo para otra ocasión, porque las vistas merecen la pena volver a este entorno tan maravilloso de Extremadura.
Fotos: José Honda