La exposición es el resultado de la convergencia de muchas voluntades y esfuerzos guiados por la directiva actual del Moto Club Compostela, con el encomiable propósito de reconstruir y proyectar estos setenta años de historia de esta sociedad deportiva y cultural que une a entusiastas y aficionados al mundo de las motocicletas.

En la muestra, se dio a conocer la evolución de estas siete décadas con motocicletas, fotografías, carteles, vestimentas y otros objetos curiosos que harán que los visitantes se trasladen a otras épocas. Entre las piezas que se pueden encontrar en la Casa do Cabildo están las motos, conservadas en su estado original, que en su momento utilizaron los propios fundadores del Moto Club, o fotografías de eventos de trascendencia realizados por la asociación en la ciudad a lo largo de este tiempo.

Además, se homenajea a personas de gran importancia para el Moto Club y la vida santiaguesa como fueron Basilio Carril, artesano gaitero muy reconocido de la época; Segundo Hevia, presidente de la Cámara de Comercio y afamado pintor compostelano, o Serafín Maroño, quien fue cartero en la ciudad durante muchos años.

El Moto Club Compostela fue fundado en 1953 y, desde sus inicios, fue un nexo de unión entre sus integrantes y la sociedad compostelana. Durante este periodo llevó a cabo labores de organización de concentraciones moteras como la que tuvo lugar en 1993 con miles de asistentes. También celebró pruebas deportivas a nivel regional, autonómico y nacional, recogidas de alimentos, colaboraciones con vueltas ciclistas, carreras pedestres, asociaciones sin ánimo de lucro, o la Ruta Rosaliana que cada 17 de mayo llena la praza do Obradoiro de cientos de motocicletas clásicas de todas las épocas y recorre lugares emblemáticos en la vida de la escritora.