Montesa, fundada en 1945, es la marca del motor más longeva a nivel nacional y una de las de mayor tradición también a nivel mundial. Para celebrar su 75 aniversario, vuelve a sorprender con esta nueva e inédita exposición que poco o nada tiene que ver con la recientemente clausurada "Montesa, la forja de un mito" que albergó el Palau Robert de Barcelona.
En la exposición "Montesa, 75 años de una aventura irrepetible" el visitante podrá disfrutar de auténticas piezas de coleccionista, muchas de ellas inéditas, agrupadas por categorías: turismo, motocross, trial, enduro, ciclomotores, scrambler, competición... Dentro de cada uno de estos recorridos se sigue un orden cronológico para poder ver la evolución de la marca a lo largo de todos estos años.
Entre las exclusivas e importantes motocicletas que el aficionado se encontrará en la exposición destaca una muestra única de unidades de competición, entre las que se encuentran tres modelos Sprint (1954, Leif Smedh; 1956, J. R. Eizaguirre; y 1958, R. Quinanilla), dos modelos participantes en el TT de la Isla de Man (XLE-51, que conseguía alcanzar los 135 Km./h.), la primera Montesa participante en los ISDT (D-51 Varesse), la 250 Bicilíndrica de motor de válvulas rotativas (1966), la popularmente conocida como "Uruguay"(1959) o una Brio refrigerada por agua (1957).
Por otra parte, la muestra también recoge algunos prototipos poco vistos hasta la fecha como el scooter Fura (1958), todo un concepto de innovación avanzado a su tiempo, además de unidades de motores inéditas, bicicletas y otras producciones. Evidentemente, tampoco faltan los modelos más emblemáticos de la marca, como la Impala, las Brio o las Cota.
En definitiva, una selección de casi 130 modelos que la convierten en la exposición más completa y singular de la histroria de Montesa.
