Sin averías mecánicas, pinchazos, ni retrasos en el programa, 4 Vespinos de más de 30 años, montadas por cuatro románticos de la moto, cuya edad, juntos, suma casi tres siglos de vida, culminan con absoluto éxito el Camino hacia Santiago de Compostela.

La ruta ha partido de Logroño el domingo 25 de julio con más de 600 km por delante, siguiendo a los peregrinos, sin interferirles, por vías paralelas próximas, y antiguas carreteras en etapas de unos 100 kms diarios. Eduardo Muñoz, peregrino a pie del Camino de Santiago durante más de 20 años, y este año, con el menisco partido, impulsa esta aventura romántica que nos ha llevado por toda la ruta de la Rioja, Castilla-León y Galicia.

En su taller, Motos Eduardo, en Campo Real, se planifican todos los detalles del viaje. Las históricas Vespinos, como candidatas indiscutibles, fueron elegidas por su mecánica fiable y sencilla, que ha dado movilidad en ocio y trabajo a gran parte de los jóvenes ya maduros de la segunda mitad del siglo pasado.

El buen tiempo, la magnífica comida local y la excelente acogida de peregrinos y lugareños, han contribuido a nuestra alegría a lo largo del trayecto. Sobre las Vespinos, la expresión es “increíbles y fantásticas”, ¡ni una tos!. Sí se ha visto pedalear un poco al conductor más pesado al encumbrar alguna colina pronunciada, y los más ligeros subieron igual que bajaron, con máximas de 30 km/hora.

Ha sido el éxito de una mecánica única y de unos románticos de la moto que completaron una semana inolvidable. ¡Hasta otra!