El Ayuntamiento de Madrid no tenía previsto inicialmente aplicar excepción alguna a la rigurosa normativa que estaba preparando. Y sólo después de numerosas reuniones con FEVA y de un escrito de alegaciones pudimos ver reflejados nuestros legítimos intereses en forma de ventajas, que sin ser las deseadas, permiten la movilidad de los vehículos históricos bajo ciertos supuestos.
Adicionalmente surgió una cuestión técnica que ha limitado y condicionado la negociación: el sistema de control de tráfico elegido por el consistorio es de cámaras de control de matrículas. Éste impide discriminar por antigüedad del vehículo (la placa no coincide en muchos casos con la fecha de fabricación), ni permite otros sistemas como pegatinas o impresos tipo "Tarjeta FIVA", como el aplicado en París. Es decir, sólo los vehículos con matrícula "H", histórica, están incluidos en las excepciones logradas. Si bien hay plazos muy amplios para poder obtenerla en el caso de residentes que la requieran.
En Barcelona, los vehículos matriculados históricos, no han corrido la misma suerte.
Los coches y motos clásicos cumplen con todos los requisitos que exige la ley (Real Decreto 920/2017, de 23 de octubre). Precisamente por ello la propia DGT les otorga una matrícula legal de vehículo histórico. La nueva norma que se ciñe al reglamento municipal no tiene en cuenta esa condición y los relega a la categoría de coche viejo.
Desde las asociaciones de propietarios de vehículos históricos lamentan la actitud del consistorio barcelonés que no atiende a razones de pura lógica y que se aplique la normativa europea de vehículos históricos del mismo modo que sucede en muchas ciudades de Europa como París y Lisboa.
Fuentes: FEVA; elPeriódico.