Según estimaciones de la policía municipal en la misma participaron 500 coches, 100 motocicletas y unas 20 furgonetas, realizando una marcha lenta desde la plaza de toros de las Ventas pasando por plaza de Colón, Paseo de la Castellana, Glorieta de Emilio Castelar, Plaza de Cibeles donde se ubica el ayuntamiento y vuelta por la calle Alcalá a la plaza de toros de Las Ventas.
Inicialmente no estaba previsto cortar el tráfico, pero ante la afluencia de participantes la policía municipal y agentes de movilidad tuvieron que efectuar un gran despliegue de medios para evitar grandes atascos en el centro de la ciudad.
Los vehículos estaban decorados con carteles como "Nosotros pagamos, nosotros circulamos", "Políticos mi vehículo no va al desguace: Votaré en consecuencia", "Libertad de circulación" o “P de Pobre” que llamaron la atención de los peatones y de otros conductores, muchos de los cuales mostraron su apoyo.
Las reivindicaciones eran las siguientes:
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contra las medidas discriminatorias y por la libertad de circulación
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por la anulación de todas las multas derivadas de la falta de información, nula o deficiente señalización, acumulación de expedientes o pésima gestión en la notificación y recepción de multas.
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contra la ampliación del SER fuera de la M-30 sin consulta popular vecinal
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contra las trabas a la libre competencia y al principio de libertad económica
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contra el impacto en las familias y ciudadanos de menor poder adquisitivo.
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contra el impacto en los trabajadores autónomos y pequeños negocios
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por la dificultad que supone para personas enfermas y personas dependientes.
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contra la discriminación a las personas con movilidad reducida con vehículos sin etiqueta no adaptados
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facilitar la instalación de filtros de partículas, conversiones a gas y otro tipo de "retroadaptaciones" para los vehículos supuestamente más contaminantes y que así puedan reducir sus emisiones y seguir circulando.
Comunicado leído al final de la manifestación:
Hay mucha gente, especialmente el colectivo de multados en Plaza Elíptica que lleva muchos meses con ansiedad o con problemas para dormir ya que no es agradable que, de repente, te llegue un lote de multas que suponen pagar uno, dos, o hasta tres sueldos íntegros de un mes por unas multas injustas derivadas de una deficiente información y señalización y que cada una de ellas supone el 17 % del salario mínimo.
Tampoco es agradable ver como día a día vas perdiendo clientes en tu negocio, por que no se les permite llegar hasta tu taller, o porque ahora tienen que pagar por aparcar en la calle al haber implantado el ayuntamiento una zona SER sin realizar una votación en consulta vecinal. O a los que les obligan a la fuerza a renovar su furgoneta o su taxi, que son su medio de trabajo, ya que ahora, supuestamente, son vehículos “altamente contaminantes”.
No es tampoco fácil para las personas que tienen que acudir a hospitales y clínicas a tratamiento médico y a las que ahora se les prohíbe transitar por ninguna calle del municipio, dificultando aún más su situación personal.
O personas que no pueden afrontar la compra de un nuevo vehículo, ni siquiera de segunda mano, y que ven como el calendario con la fecha de la prohibición total se acerca cada vez más generándoles un problema en su movilidad, o los que han tenido que desguazar su coche que funcionaba perfectamente y realizar un importante desembolso económico para comprar uno nuevo para poder así llegar al trabajo en un tiempo razonable sin pasar 2 horas o más en el transporte público.
Como muchos sabréis, solicitamos por escrito al Ayuntamiento de Madrid una exención para que, en las horas de la manifestación, los turismos que no pagan el IVTM en el municipio de Madrid pudiesen acceder y no fuesen multados, para así poder los propietarios ejercer su derecho fundamental de manifestación y reunión con el medio que consideran más apropiado, que no es otro que el vehículo al que no autorizan a entrar.
Recibimos una respuesta de 16 páginas donde prácticamente nos consideran “terroristas ambientales” por proponer algo así. Como algunos habrán leído ayer en prensa decían que: “La solicitud de la asociación AVARM pretende infringir deliberadamente la legislación de tráfico y seguridad vial, la de calidad del aire y la de cambio climático y vulnerar el derecho fundamental a la vida y a la integridad física de las personas y los derechos constitucionales a la igualdad ante la ley, a la salud y a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de las personas, con la justificación de reunirse y manifestar su oposición a una norma jurídica vigente de cuyo cumplimiento no puede abstraerse ni liberarse con el objeto de manifestar su desacuerdo”. Cuando menos lo del vulnerar el derecho a la vida parece un poco exagerado.
Nuestra petición no es algo inusual, el ayuntamiento, por ejemplo, concede autorizaciones para rodajes audiovisuales y cobra una tasa por ocupación de la vía pública. Si fuésemos una productora audiovisual y hubiésemos pedido un permiso para recrear una escena de un atasco en el año 2006, se comunican las matrículas de los vehículos participantes y no hubiera habido ningún problema, porque hay dinero de por medio.
Otro claro ejemplo es el Gran Premio de la Formula 1 que Ayuntamiento y Comunidad de Madrid han anunciado a bombo y platillo. Para estos vehículos, que ni siquiera pasan la ITV ni están homologados para circular por la vía publica, sí habrá una exención para que circulen por Madrid ZBE, pero claro, aquí hay mucho dinero de por medio y, probablemente, comisiones y el que las emisiones totales de un gran premio sean de cerca de 7 toneladas de CO2 es lo de menos, eso no vulnera el derecho fundamental a la vida. Imaginamos que en la publicidad y las entradas añadirán la frase “Este evento perjudica gravemente a su salud”
Como hemos comentado antes de iniciar la marcha, estas prohibiciones están generando muchos problemas para trabajadores, estudiantes, autónomos, pequeños empresarios, familias numerosas, transportistas, talleres mecánicos, comercio ambulante, personas enfermas, taxis con etiqueta B Diésel Euro5…, pero los políticos parecen insensibles a estos problemas.
Estos políticos se han olvidado que tienen que servir a los ciudadanos, que tienen que facilitar la vida diaria al pueblo, no ponerle trabas y dificultades, y que no son una elite que vive ajena al resto que puede imponer Agendas o ciudades de 15 minutos que nadie ha votado, sino que tiene que responder por sus decisiones.
Muchos políticos viven alejados de la realidad del día a día de las personas. Cuando te habitúas a volar en Falcón o Superpuma, incluso para ahorrarte los 45 km que separan Santiago de Compostela de la Coruña, o los Alcaldes y alcaldesas que tienen un coche oficial que les lleva de puerta a puerta, y algunos cobran un sueldo de 110.000 euros como el alcalde de Madrid, y asi es fácil que no te preocupen los problemas de la plebe.
El alcalde de Madrid parece que vive en una realidad paralela. Hace justo una semana en un mitin el alcalde anunciaba: “La ruta por la igualdad entre españoles arranca en Madrid. Por los mismos derechos y deberes para nuestros vecinos, vivan donde vivan.”
Junto a miles de concejales de partido popular firmo un manifestó donde decían “queremos reiterar nuestro compromiso con la igualdad de todos los españoles, que se está viendo seriamente comprometida por decisiones injustas y arbitrarias” “conceder prerrogativas a unos pocos ciudadanos implica que aquellos a los que nosotros nos debemos sean discriminados. No podemos aceptar se creen ciudadanos de primera, que gozan de impunidad jurídica y de privilegios económicos y competenciales, mientras el resto se convierten en ciudadanos de segunda. Exigimos que todos los españoles seamos libres e iguales.”
Este mismo alcalde es el que ha creado una ordenanza de movilidad discriminatoria, que restringe derechos en función de donde se pague un impuesto; en función del tipo de vehículo; en función de la antigüedad del vehículo; y para los vehículos de personas con movilidad reducida discrimina entre vehículos adaptados y no adaptados.
En concreto los derechos afectados a nuestro parecer serían:
- la libertad de circulación de personas, bienes y mercancías
- la libre circulación de los trabajadores
- el derecho a la propiedad privada, y a su uso y disfrute
- la libertad y la igualdad de los españoles ante la ley
- el derecho a protección contra toda discriminación
Además de vulnerar principios como el de no retroactividad de las normas, el de seguridad jurídica y el principio de libertad económica.
Para luchar contra estas restricciones excesivas, discriminatorias e injustificadas que han supuesto pasar de un Madrid Central con un área de 4,7 km2 a un Madrid Total de 604 km2 hay varias formas.
- Por un lado, la movilización legal. Desde nuestra asociación interpusimos un recurso contencioso administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid en noviembre de 2021, y debido a las diversas huelgas en la Justicia aún está pendiente de sentencia. Tenemos el precedente de la Ordenanza de Barcelona y de Gijón que han sido anuladas por los Tribunales Superiores de justicia respectivos y confirmados, en el caso de Barcelona, por el Tribunal Supremo. Esto supone un precedente importante dado que hay varios factores que han decretado la anulación de estas normativas que, a nuestro entender y el de nuestros abogados, también vulnera la ordenanza de Madrid.
- Otra forma de movilización es mediante las redes sociales. Muchas veces las infravaloramos, pero a través de las redes sociales se pueden mostrar el descontento sobre algunas medidas. Los medios de comunicación sacan frecuentemente de ahí temas de actualidad de los que hablar y los partidos políticos los tienen en cuenta para ver la recepción que generan sus propuestas, por lo que una acción coordinada, consistente y duradera puede mostrar y canalizar un clima de malestar social y ser polos de oposición y presión sobre las agendas mediáticas y políticas dominantes.
Hay que mostrar que somos muchos afectados, hacer mucho ruido y reflejar que hay un gran descontento. Solo en el municipio de Madrid, en lo que respecta a vehículos sin distintivo ambiental y redondeando cifras, hay 310.000 turismos, 35.000 motocicletas, 38.000 furgonetas, 23.000 camiones, y 950 autobuses. En toda la Comunidad de Madrid suponen 772 000 turismos, 80.000 motocicletas, 86.000 furgonetas, 51.000 camiones, y 2.000 autobuses. En total cerca de 900.000 vehículos.
Si solamente el 1 % de estos afectados, solo el 1 %, se dedica a escribir continuamente en los perfiles del alcalde, concejal de movilidad, ayuntamiento, comunidad de Madrid, ministerio de transición ecológica, ministerio de transportes etc., son 9.000 personas indignadas molestando continuamente y creando una corriente de opinión.
- Y, por último, la movilización en las calles. Podemos repetir manifestaciones como esta, pero también tenemos el ejemplo de las movilizaciones motorizadas de taxistas y transportistas. Solamente movilizando al 0,05 % de los vehículos afectados podemos colapsar la ciudad y hacerlo de forma legal, circulando a la velocidad mínima permitida en puntos estratégicos. Esto puede poner muy nerviosos a nuestros gobernantes, pero tienen que tener en cuenta que quien siembra vientos puede recoger tempestades, aunque para ello hace falta movilización y compromiso.
Existen otros métodos más relacionados con la justicia popular que con la justicia ordinaria, y os invitamos a consultar en la hemeroteca como acabaron con los parquímetros de la zona SER en Carabanchel. También tenemos el colectivo Blade Runners en Reino Unido que tiene un grupo de facebook con 85.000 personas y que realiza intervenciones paisajísticas, o el famoso Fleximan en Italia.
