La carrocería tipo “woodies” la “vistieron” una serie de autos durante casi medio siglo, cuyos vehículos fueron denominados “Rubias” en España, pues la madera con la que se construían solía ser de color claro.

Pequeña, práctica e innegablemente británica, la versión familiar del Mini lucía su madera con un orgullo arraigado en la más noble tradición.