Un coche eléctrico a batería genera 26 toneladas de CO2 durante su producción, emisiones que un clásico típico tardaría más de 46 años en lograr.

El impuesto sobre las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos de tracción mecánica, que afecta a 2,3 millones de vehículos, es un tributo propio de la Generalitat de Catalunya, cuyo objeto es grabar las emisiones de dióxido de carbono que producen estos vehículos y que inciden en el incremento de las emisiones de gases con efecto de invernadero.

El trabajo y esfuerzo de clubs y federación catalana ha conseguido que los vehículos de más de 30 años estarán bonificados del nuevo impuesto sobre el CO2.

FEVA ha puesto en marcha su Comisión Legal para plantear un recurso contencioso administrativo para recurrir la Ley del Cambio Climático en el apartado del pago del impuesto al CO2 de los vehículos clásicos y antiguos, no incluídos los de matrícula histórica, que ya están bonificados por la propia ley.

Los consistorios no aplican la misma norma para los vehículos catalogados legalmente por la DGT.

A partir del 1 de enero de 2020 entran en vigor algunas medidas que limitan el uso de los vehículos sin etiqueta de la DGT.

El borrador de la Ley de Cambio Climático introduce la excepción, siempre que no sean destinados a uso comercial

El primer paso del Ministerio para la Transición Ecológica será que los coches y vehículos comerciales de gasolina, diésel, híbridos y gas natural no se puedan vender en España a partir de 2040.