La iniciativa “GTi Project: The Remake” se creó para desempolvar todas las historias surgidas a bordo de este modelo. Un aficionado se llevço el premio de la restauración completa de su Peugeot 205 GTi 1.9 130 CV.
La restauración se desarrolló en tres etapas. La primera, enfocada en la carrocería y la tapicería. La segunda se centró en todo el componente mecánico. La última fase se dedicó al ajuste general de la unidad, poniendo especial cuidado en todos los detalles estéticos y de diseño. En total, se han invertido más de 200 horas de trabajo, con un equipo compuesto de mecánicos, chapistas y pintores del Concesionario Peugeot Mosa Las Tablas.
En palabras de Laurent Benard, Director de Marketing de Peugeot España: “Restaurar un modelo con tres décadas de historia supone todo un reto. Implica borrar el paso del tiempo y de los kilómetros y mantener las experiencias vividas a bordo. Un proceso de esta magnitud supone responder a eventualidades que no se pueden planificar en un primer momento. El 205 GTi elegido examinó todo el saber hacer de Mosa Las Tablas”.
Una máxima que imperó en todo momento fue la de conservar la esencia, como explica Alberto Morla, Jefe de Producto de Peugeot España. “Buscamos en todo momento mantener el mayor número posible de piezas originales. Una filosofía que implicó un intenso esfuerzo en dos direcciones: salvar todo lo que estuviese en nuestra mano, y en los casos que no fuese así, buscar sustitutos provenientes de la dirección central de Peugeot, de puntos de la red oficial o incluso de otras unidades de 205 GTi”.
La restauración, paso a paso
La restauración comenzó con el desmontaje completo del vehículo, el lijado y preparación de la carrocería y su posterior pintado. Uno de los puntos diferenciadores del 205 GTi, la banda roja que atraviesa este modelo, fue devuelta a la vida mediante un proceso de tratamiento y mejora, que también se aplicó a las llantas para disponer de estos elementos tan característicos del GTi.
En el interior, las tareas se centraron en sustituir o devolver a la vida aquellas partes que más habían sufrido con el contacto y el uso diario: la consola, la palanca de cambios o los accionadores de los elevalunas eléctricos. Además, la tela de los asientos se renovó con un trabajo de tapicería detallista en armaduras, mullidos, tela y semicueros, así como el recubrimiento del volante y la moqueta del maletero.
A nivel mecánico, uno de los objetivos era que el motor 1.9 130 CV, que destacaba por su empuje y su elasticidad, recuperase su estado de salud y rindiese como si de un coche recién estrenado se tratase. Para ello, se ha cambiado kit motor, juntas, distribución y bomba de agua. El bloque motor, haciendo gala del eslogan “contigo al fin del mundo”, tan solo necesitó de un bruñido. La culata también ha sufrido una puesta al día, con una planificación y rectificación de los asientos de válvulas. En la parte baja, también han sido sustituidos los casquillos de bielas.
El trabajo en el interior no termina aquí. El “nuevo” 205 GTi del ganador de este concurso estrenará cableado de alimentación, caudalímetro, embrague, discos y bomba de freno, amortiguadores, brazos de suspensión y rótulas de dirección, entre otras muchas piezas. Además, Michelin colaboró con “GTi Project: The Remake” aportando unas neumáticos Pilot Sport.
Todo esto refleja una mínima parte del esfuerzo empleado en el proyecto. Y es que los pequeños detalles que hacían único al 205 GTi, han sido los más difíciles de rescatar. Desde los logos de la época, hasta la puesta a punto de esta unidad para lograr un equilibrio perfecto entre prestaciones, consumo y emisiones.
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