La vida de una marca no sólo está formada por la historia de sus productos o un conjunto de resultados financieros y comerciales. El centenario de Citroën también es una oportunidad para celebrar cien años de historias humanas, de relaciones únicas que se han ido tejiendo entre los vehículos de la marca y las personas que los conducen y que van mucho más allá del momento de la compra venta.