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Seat 850 Sport Coupé: Aires deportivos

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El Seat 850, que también llegó a ser conocido entre los ibéricos como ocho y medio, sería un auto del segmento B, que Seat fabricó en España con licencia Fiat, basado en el Fiat 850. Su antecesor fue el Seat 600 y su sucesor el Seat 133.

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De motor trasero y tracción trasera, apareció en 1966, presentándose en el Salón del Automóvil de Barcelona. Pertenecía al grupo del “todo atrás”, acusando en carretera cierta falta de estabilidad, y la producción duró hasta 1974, teniendo varias versiones en estos años. Los modelos fabricados fueron el propiamente dicho SEAT 850 N (vamos, el normal), el SEAT 850 Especial, el 850 D, el 850 D Especial, el Especial Lujo, el D Especial Lujo, todo en versión berlina. En versión deportiva salió en 1967 el SEAT 850 Coupé, que daría paso al 850 Sport Coupé, o el 850 Sport Spider, que era descapotable. El N y el D alcanzaban una velocidad máxima de 125 km/h, el Especial y D Especial 135 km/h, el Coupé 140 km/h, el Sport Coupé 145 km/h, y el Sport Spider los 150 km/h.

El modelo elegido hoy, de esta marca, el Sport Coupé, disponía de ciertos detalles que lo hacían diferente, como el aro del volante que era de líneas deportivas con radios taladrados; así como otros detalles de luminosidad y repris que buscaban el aire deportivo, pero sin conseguirlo del todo en absoluto (asientos traseros … en este modelo la cilindrada asciende a 903 cc, pasando de 47 CV a 52 CV). Los “ni ni” de entonces decían, desde el perímetro de su ignorancia e inoperancia (hijos de papá, mal criados, que no habían dado un palo al agua en su vida -ni estudian, ni trabajan-), que el vehículo no respondía con el nervio de un pura sangre.

Con una velocidad máxima de 145 km/h ya citada, y 52 CV, el Seat 850 Sport Coupé apareció en el mercado en 1970. Disponía de 4 marchas sincronizadas, frenos de disco delante, y de tambor detrás. A 135 km/h ó 140, el consumo es de 10 litros en carretera, a tenor de la carga, y de los vientos. Sería un deportivo asequible y primer deportivo de la marca, entre la “familia” del segmento B, como sus “hermanos” SEAT 127, Fura, Ibiza y Córdoba; VW Golf y Polo; Skoda Fabia; Suzuki Vitara; Citroën AX, Dyane, LNA, Saxo, Visa; Dacia Logan, y Sandero; Ford Fiesta; Nissan Micra; Opel Corsa; Peugeot 205 a 208; Renault 5, 7, 12, y Clío…

Durante tres años apareció, por un acuerdo internacional, el Seat – Orsa 850 Spring Special, hasta 1975.

En una valoración de urgencia, que tal vez se haría por razones puramente comerciales, se llegó a calificar como de frenada segura, aceptable estabilidad y potencia…, seguido de una inesperada “letra chica”, curiosa, pero poniéndole pegas a la amortiguación y embrague, a la vez de que se advertía como poco económico.

El Seat 850 Sport Coupé sería un coche con aires deportivos, con aspiraciones del tramo doméstico del “quiero y no puedo”, que tuvo su público entre los niños pijos, entre ellos los de la madrileña calle de Serrano; que llegó a gozar del mote, que lo catalogaba como “el coche condón” (¡con perdón!), porque todos los que iban dentro eran unos “pichas”, niños de papá. Es lo que había entonces, aunque para los más exigentes resultó no ser muy espléndido en prestaciones. Hay que tener en cuenta que las aportaciones adquiridas de modelos anteriores hay que revalidarlas en el instante en que se decide pisar el acelerador. Y es que a este modelo le tocó vivir una vida útil en una época en la que a lo más deportivo se le decía “más viril”, expresión a la cual hoy se le atacaría, por todos lados, de machismo puro y duro. Se trata, simplemente, de sensaciones e ínfulas de otro tiempo.

Francisco Glez. Del Piñal Jurado

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