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Peugeot 301, 202 o 504: Clásicos familiares que nos acompañaban en vacaciones

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La típica foto antigua en blanco y negro de una familia cargando los regalos de Navidad o los artículos playeros hasta el techo, tal vez con los niños jugando al lado, o una en “Technicolor” de un descanso en el largo viaje de vacaciones... en todas ellas era fácil encontrar algún clásico de Peugeot con espacio en su habitáculo, maletero o adaptado a su función.

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Desde el principio del siglo XX, el coche ha representado un símbolo de escape, un medio para recorrer distancias cada vez mayores para descubrir el mundo. Pero si inicialmente fue un lujo para unos pocos, a lo largo de los años se ha vuelto cada vez más accesible para una amplia gama de clientes. Y de familias. Muchos compraron automóviles principalmente con fines comerciales. Basta pensar en los pequeños artesanos y comerciantes que, ciertamente, no podían permitirse un coche para las vacaciones y otro para trabajar... Fue así como, a mediados de los años 20, nacieron los primeros coches estructurados para cubrir esta doble función. Peugeot se situó a la vanguardia en esos años, ofreciendo una gama de modelos capaces de afrontar ambas tareas, sin demasiados compromisos. El resultado pronto fue apreciado por los clientes, logrando conquistar una parte importante del mercado que nunca más será abandonada.

Los primeros Peugeot en ocupar este doble papel fueron el Peugeot 201, seguidos pronto por el 301 y el 401. Las denominaciones de estos vehículos iban desde el “Torpedo comercial de 4 plazas” hasta el “coach comercial de 4 plazas” o la “Limusina Comercial de 6 plazas”, traduciéndolas del francés.

Con la llegada de la serie 02 y en particular con el Peugeot 402, las capacidades de carga en términos de volumen y peso transportable aumentaron significativamente, pero no solo eso. Las soluciones modulares también se mejoran para aumentar y disminuir las posibilidades de gestionar el espacio destinado a la carga con más sencillez. El Peugeot 202 "Commercial Limousine" con 4 o 6 plazas será, en 1938, la primera gama comercial en adoptar una línea moderna atribuible a lo que siguen siendo los estereotipos de estos modelos en la actualidad. El 202 rompe, después de la II Guerra Mundial, con la versión denominada “canadienne” por su estructura de madera, tanto por la necesidad del mercado como por ser un estilo que no se pasaba de moda, alcanzando soluciones estéticas muy interesantes. Pero es a partir de los años 50 cuando el Break o Family (según el número de plazas, que varía de 5 a 7) se expande más rápidamente: son los Peugeot 203 y Peugeot 403 los que pronto se hacen habituales en el panorama automovilístico europeo. Todos los coches Peugeot "largos" (como se suele denominar en la jerga break o coches familiares para distinguirlos de los sedanes) están diseñados para montar un portaequipajes grande con seis puntos de anclaje, muy útil para cargar bultos como esquíes en invierno o tablas de surf en verano, especialmente si en el interior viajan 7 pasajeros.

En los años 60 y 70, con el boom económico, Peugeot lanzó una amplia gama de modelos largos, desde el Peugeot 404 Break, Comercial y Family, hasta el pequeño Peugeot 204 Break, para pasar en la década siguiente al Peugeot 304 Break y el Peugeot 504 Break, Comercial y Family. En el invierno, las calles se llenan de estos adorables “todoterreno”, pero las fotos ya no son en blanco y negro como antaño, ahora son en color y compiten con sus nuevos hermanos, los SUV.

En plena era digital, Peugeot mantiene su gama de versiones “largas”, aunque ya no se llamen Break o Familiares, sino SW (Station Wagon). La posibilidad de irnos de vacaciones con “la mitad de la casa a cuestas" sigue estando muy presente. Son los actuales Peugeot 308 SW y 508 SW, con paneles 100% digitales y versión híbrida enchufable; cómo hemos cambiado…

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