Protagonista del Salón de París de 1974, su presentación a la prensa tuvo lugar ese mismo año en Laponia.

En el momento de su lanzamiento, el Citroën CX fue considerado un automóvil audaz y con estilo, capaz de dar una respuesta creativa a los problemas de su época, como la crisis del petróleo. Una visión innovadora que fue reconocida con el premio al Coche del Año en Europa en 1975.