En 1961, la gama de Citroën tenía una brecha inabarcable por la que miles de clientes se colaban hacia modelos de la competencia. Para cubrir el hueco entre el innovador y elitista Citroën DS (“Tiburón”) y el popular y espartano Citroën 2 CV, la marca lanzó el Citroën Ami 6, una berlina original que pretendía, además, atraer a la clientela femenina.