En estos ambientes cuentan también con su particular “santoral”, formado por gente dispuesta a resucitar, en lo posible, parte del material que allí reposa, ofreciéndole una segunda vida llena de cuidados y mimos, gracias a los “amigos de la chatarra”. Por lo que estos condenados a la intemperie cambian drásticamente cuando la chatarra cobra vida.
El Talbot sería introducido en Europa Continental en abril de 1980, siendo precisamente el Solara el primer automóvil en revelar el movimiento de lujo de Talbot. La producción del Solara cesó en el verano de 1985 para dar paso al acceso del Peugeot 309; los modelos GL y SX se mantuvieron en venta en Francia y otros mercados europeos hasta 1986, construyéndose en la actual fábrica española de Villaverde, antigua de Barreiros.
Si no hubiera sido por la reorganización sufrida por el Grupo Chrysler, en 1979, podría haber existido perfectamente el Chrysler Solara.
Producido por el Grupo PSA entre 1980 y 1986, sería concebido por Chrysler para sustituir al Chrysler 180. La venta a PSA salió a la calle con otro nombre y símbolo diferente. A este modelo lo sustituyó ya el Peugeot 405. El Solara sería un vehículo confortable y silencioso, de motor elástico, discreto consumo, con un depósito de 60 litros, aunque con velocidad escasa para su cilindrada, y neumático simple para la estabilidad y el peso. El Solara le abriría las puertas al aire acondicionado, un bien escaso para la época por lo que lo convirtió por derecho propio en un lujo de esa época. Fue considerado como buen coche, no muy rápido y algo tragón, pero comodísimo y amplio, mandos suaves auténticos, tapicería agradable de terciopelo, aunque de cilindrada insuficiente (el Talbot 150 era más práctico). Bonito diseño, agradable berlina, pero sin quinta marcha, tenía el Seat 131 Supermirafiori un duro nivel en ventas. Sobre este coche hay infinidad de opiniones, unas más valientes que otras, unas más de acuerdo con el autor que algunas otras, pero, eso sí, sería dotado, para la época, en los elementos más habituales e incluso superfluos, algo identificable con el lujo (bueno, también el terciopelo a veces convivía con el plástico duro), la prestancia y el confort. Marcaría, si se quiere, una pequeña pauta de transición (algunos dicen que fue un 150 con maletero y algunos cambios estéticos).
Entre versiones, diversos tipos y modelos existieron el Pullman, Escorial y Executive, en la modalidad LS, GL, SX, GLX, GLS. La versión Escorial, muy enamoradiza, sólo se fabricó para España en 1986 y 1987.
El Solara sería la versión berlina de Chrysler / Talbot / Simca Alpine.
Francisco Glez. Del Piñal Jurado