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El Bus Leyland de 3 puertas

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· El romanticismo en el vehículo es como todo: Se podrán podar todas las matas floridas, cortar todas las plantas, las flores, mas nunca podrán detener la primavera. No oculta, pues, este articulista su satisfacción por expresar que este vehículo es el modelo más bello, fino y elegante que ha conocido.

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No se trata de marginar a los modelos más actuales, con sus limpios sonidos y suaves motores, su piso bajo, la dulzura de su habitáculo, con aire acondicionado, exención de escalones, frecuencia mínima de espera en las paradas, y mil comodidades más. Se centra este artículo en 1958, que es cuando procedente del Reino Unido de la Gran Bretaña e Irlanda del Norte (vamos, Inglaterra) llegan a España (repartiéndose por ciudades como Madrid, Sevilla, Oviedo…) los primeros autobuses Leyland Royal Tiger Worldmaster EL 44MCW, fabricados en Birmingham (y del que tanto se disfrutó en España), que es el modelo que se trata hoy; que califica quien narra como el más bonito y singular de entre los que ha conocido hasta ahora. La firma industrial británica Leyland fabricaría autobuses, autocares y camiones desde 1954 a 1979, de cuyos otros modelos se hablará oportunamente. 

Dotados con 4 marchas adelante, con caja de cambios semiautomática, accionada por aire, no disponiendo del pedal de embrague (sin necesidad de quitar el pie del acelerador), y frenos hidráulicos, estos soberbios vehículos, altamente adelantados para la época, disponían, como novedad en España, de cambios de “columna”, con ranuras (en su “capitel”) donde entraban las velocidades. Podría decirse, de alguna manera, que el cambio de “columna” sería la antesala del “Wilson”. Llevaban ya el motor debajo del suelo, y vinieron ya del Reino Unido con el volante a la izquierda. Disponían de 3 puertas a la derecha, accediéndose al coche por la trasera, y saliendo por la central y la delantera, que era más pequeña. También disponían de una puerta de emergencia en el lateral izquierdo de su carrocería, fabricada por Metropolitan Camell-Weymann, asientos blandos y barras interiores revestidas de plástico duro (por entonces un lujo -otras marcas más simples traían las barras pintadas, y con los años se sustituyeron por otras mejores de aluminio-). El emblema oficial (Leyland Royal Tiger, por cierto precioso) lo llevaban en la parte exterior delantera, y más debajo otro que rezaba “El ómnibus inglés Leyland” (otros modelos de la marca lo ponían detrás, cuyas carrocerías fueron hechas en España), y entre ambos se les solía insertar la calca (en amarillo sombreado), salvo en Madrid que se optó por portar el escudo de la ciudad, llevando la calca en ambos laterales de la carrocería, así como en la parte trasera. Las ventanillas eran más pequeñas que los modelos más convencionales, sirviéndose en una remesa muy posterior, una partida que incorporaba unas acertadas lunetas encima de las ventanillas, en los laterales bajos del techo, incluida una luneta en la trasera del vehículo, lo que le daba al mismo un toque muy peculiar. En Sevilla fueron dados de alta en la franja 100, y en Madrid en la 500, 600 y 700. En Madrid se le adecuó el color azul al de la EMT (Empresa Municipal de Transportes -Madrid-); sin embargo, en Sevilla se le respetó el color azul marino de origen durante toda su vida activa, con el techo de crema. La “tablilla” trasera, de línea de servicio, de proporciones algo mayúsculas (que por cierto no era de tabla sino una plancha de hierro) ostentaba con fondo azul marino el número de la línea de servicio en tamaño standard. Sin embargo, en Madrid fueron de fondo negro, pero con el número de línea de servicio más grande, proporcionalmente al tamaño de la plancha, que era, como se ha dicho, mayor al standard. De un piso y 3 puertas en Madrid hubo 250 unidades (calcas de la 501 a 650 y 701 a la 800. De la 651 a la 700 fueron Leyland modelo “Titán”, de dos pisos, suministrados en 1957, matrícula M-177xxx). Los de la franja 700 (últimos recepcionados en Madrid) eran vehículos más altos, con las ventanillas más grandes, que dieron paso, con el tiempo, al Pegaso, modelo 5022 (llamados en un principio por algunos Pegaso-Leyland), con ligeras variantes en las diversas remesas de entrega, pero esto ya es otra historia.

Los últimos Leyland de 3 puertas que prestaron servicio en Sevilla (matrículas SE-47862 a SE-47866, SE-51828 a SE-51830, SE-52424 y SE-52841), fueron vistos en Madrid por este articulista, en 1973, en dos ocasiones, y pintados de rojo en esa “segunda vida”; ambas veces, por cierto, en domingo por la tarde: la primera en Moncloa y la segunda bajando por la calle Esparteros, camino de la Puerta del Sol; causándole una especie simultánea de malestar, entre rabia y nostalgia. Este modelo narrado sería visto por última vez, por el narrador (sin cámara de fotos en ristre), prestando servicio por el centro histórico de Oviedo (plaza de la Escandalera), con su peculiar color azul, matrícula O-26xxx, en octubre de 1977.

Los 250 Leyland de 1 piso y 3 puertas en Madrid darían paso al modelo 5022 de Pegaso, también de muy feliz memoria, que llegaría al millar de unidades, y como última sentencia pontificar exasperadamente que no se conserva ninguno. ¡Para llorar y tirarse de los pelos!

 

FRANCISCO J. GONZÁLEZ DEL PIÑAL JURADO

 Historiador y Académico 

NOTA: Algunas fuentes, un tanto confusas, apuntan a que la carrocería de estos vehículos ingleses era española (fabricada por Carde y Escoriaza, Zaragoza). No es cierto, la de otros modelos de Leyland sí, pero de este en concreto no. Precisamente, en el frontal del escalón de la puerta trasera, de subida al vehículo, ponía un rótulo de fondo negro que rezaba: Carrocerías Metropolitans

 

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