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XXII Classic Espunyola

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La feria-mercado de clásicos de la comarca del Bergadá ha vuelto a celebrarse a pesar de todo

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El pasado 31 de julio, el primer fin de semana de agosto, celebramos, después del parón obligado por la pandemia mundial que nos está afectando, el Classic Espunyola; la Feria del recambio de vehículos clásicos y antigüedades. Este año, solo se celebró un día, el sábado, pero con gran afluencia de público y paradistas.

El tiempo no acompañó mucho, pronosticaron lluvias importantes para el sábado, pero finalmente no fue así.

Muchas de las actividades que se hacían y que ya eran un clásico no pudieron realizarse, como el típico desayuno que cada año podían degustar público y participantes.

Pero el mercado tuvo tanto o más éxito que cualquier año. A causa del covid y de los malos pronósticos del tiempo, vinieron unas 40 paradas, pero el público visitó y compró durante toda la mañana.

El parking habilitado para los vehículos clásicos estuvo lleno durante toda la mañana, con vehículos muy bien restaurados y en muy buenas condiciones.

Pudimos contemplar una motocicleta Zundapp, de las más veteranas de la feria y que realizó unos 40 kms para llegar, funcionando perfectamente. También pudimos contemplar una Monet Goyon del 1920 en muy buen estado de conservación, que aún funciona, pero no para largos viajes. También coches clásicos como un par de Strombers muy bien restaurados y algunos más. También se acercaron varios camiones Ebro y un Stewart de los años 1930, en muy buen estado.

En el sector de la maquinaria agrícola, nos visitaron dos tractores Lanz, uno de ellos, aun se enciende con fuego, y una docena de diferentes marcas y modelos clásicos. Como cada año pudimos ver a la cosechadora Class y la maquinaria antigua del campo trabajar como se hacía mucho tiempo atrás. Durante todo el día, hubo habilitado un circuito para correr con cortacésped, donde el público general lo pudo probar y correr en él, con muy buena aceptación. Y los organizadores nos deleitaron con una competición entre ellos.

Lo que no pudo fallar es el tradicional muñeco de paja que los campesinos de la zona nos ayudan a confeccionar.

Todos los integrantes de la organización están contentos con la feria, pese a hacerse en condiciones muy poco favorables y con el respeto del público y paradistas a la situación sanitaria en la que nos encontramos.

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