El II Salón RetroMoto Barcelona, que se celebró del 3 al 5 de marzo, se ha asentado como feria y fruto de ello es el volumen de actividad comercial y la cifra de asistentes registrada en el Centro de Actividades de La Farga de l'Hospitalet con un crecimiento de casi el 40% sobre la edición inaugural.

RetroMoto Barcelona ha recibido más de 16.000 personas en los dos días y medio que el certamen ha estado abierto, cumpliendo así las previsiones más positivas hechas de antemano por la organización, que con la implantación de la feria en el mes de marzo ha tenido mucho éxito.

"Las conclusiones tras la segunda edición de RetroMoto confirman que Barcelona es el emplazamiento ideal para una feria como esta, ya que la actividad de los clubes y el interés en general en el mundo de la moto en toda Catalunya, así como su historia, permiten generar un ambiente especial, como se ha visto estos días", señaló el director del evento, José Enrique Elvira.

Una feria que suscitó interés

La presencia de una docena de clubes con distintas actividades, la oferta comercial de piezas, recambios y regalos, la exhibición de motos especiales y todo el programa de actividades ha permitido que esta edición haya sido muy completa y que los aficionados hayan disfrutado.

Tras la apertura de la feria el viernes, el homenaje a Toni Gorgot y la presentación de las 3H de Resistencia Clásicas de Alcarrás, primera prueba de la Copa Catalana de Resistencia Clásicas, ya evidenciaban mayor afluencia de interesados.

Un piloto histórico como es Min Grau animó esta edición, pues estuvo presente con un stand intentando defender su presencia en el Isla de Man Classic TT de este año, ganando apoyos, vendiendo merchandising y enseñando la moto con la que pretende el reto: una Yamaha 750 R OW1 de 1985, así como otras motos suyas.

La muestra monográfica de la mítica marca OSSA dedicada a los modelos que fabricó de trial gustó mucho y los aficionados pudieron disfrutar de una variedad de motos donde destacó sin duda uno de los modelos míticos de esta marca, la campeona OSSA 250 MAR (Mick Andrews Réplica), con la que el piloto británico obtuvo grandes resultados, como varias victorias en los Seis Días de Trial de Escocia (SSDT) y en el Campeonato de Europa de 1971 y 1972, considerado entonces como el mundial.

Este espacio albergó una quincena de motos, desde las primeras Scrambler 175-SE, pasando por las 250 MAR o la 350 TR 80 de Toni Gorgot, campeona de España, hasta la ultimísima TR300i.

Hubo diversidad y variedad y hasta los más pequeños tuvieron oportunidad de subirse a algunas minimotos e ir descubriendo ya estas sugerentes máquinas y creando afición.

Ha sido la confirmación de una muestra que es pionera y que ha tenido un buen apoyo de los clubes y de los aficionados, que va a permitir que la organización continúe con este salón monográfico dedicado a las motos clásicas, preparando ya la edición de 2018.