Fue todo un éxito, con 90 paradas de antigüedades y recambios de vehículos clásicos, más de 2.000 visitantes en los dos días de feria, más de 60 vehículos antiguos inscritos a la exposición y más de 30 tractores antiguos con sus maquinarias antiguas para trabajar el campo. Como novedad una carrera de cortacéspedes, que fue otro gran éxito de la feria. Se volvió hacer el muñeco de paja tal como se hacía los primeros años de la feria, para conmemorar los 20 años. Fue una sorpresa de gran agrado a los visitantes, ya que en sus inicios era esperado por todos.

Aparte de las actividades que normalmente se pueden ver en la feria, este año tuvimos la visita de un grupo de amigos que hacían paramotor. Dieron una vuelta por la comarca del Bergueda y dejaron fotos magníficas de los paisajes pirenaicos.

La feria de antigüedades y vehículos clásicos, como siempre, fue el sábado durante todo el día y el domingo por la mañana.

Por la tarde, se hizo una gimkana de habilidad con tractor en la que participaron jóvenes y no tan jóvenes del pueblo y de los alrededores, así como las demostraciones de trabajos del campo con una segadora atadora de la marca Trepat de nuestros amigos del Brull comarca d’Osona, y exhibición de un tractor Fermall Coup con una máquina de girar la hierba de los años 50.

El domingo por la mañana, en la exposición de vehículos antiguos, pudimos contemplar joyas del coleccionismo de coches, motos y camiones. Una motocicleta Monet Goyon del 1920, un Fiat Balilla de 1934 y un camión Stewar de 1930, entre otros.

Como siempre, dar las gracias al pueblo de L’Espunyola y su gente por su gran ayuda.