Dicho evento se celebró en un local cubierto de propiedad municipal, que se mostró idóneo y protegió de la lluvia a los expositores y al público. Desde antes de las 10 h estaban ya dispuestos los stands de los tres expositores, uno de la propia población que acudió con piezas de autos antiguos y objetos de Automobilia, más Mariano Valdespina con sus accesorios y la Librería Políglota, procedentes de Cataluña. También estaba prevista la llegada de otros especialistas franceses, que tenían espacio reservado, pero ante la presión de los manifestantes de chaleco amarillo apostados en las carreteras galas no tuvieron más remedio que quedarse en casa.

Dentro del recinto hubo asimismo varias exposiciones, comenzando por una que mostraba un selecto grupo de autos de de los años 20 y 30, de las marcas BSA, Chrysler, Delage, Delahaye o Nash. Igualmente, había una furgoneta Auto Union F-1000 L en estado impecable, así como un ómnibus Renault PR de 1929. Por otro lado, hubo dos monografías dedicadas a dos marcas de motos, una a la firma Derlán establecida en Zarautz y otra a Iruña, que fabricó scooters en Pamplona. Asimismo, hubo en la zona exterior una concentración de clásicos, cursos de seguridad vial y el domingo tuvo lugar la V Subida a Erauskin, en la que participaron treinta pilotos. En resumen, una feria que desde la modestia y el trabajo se esfuerza en difundir nuestra afición.

Ignacio Sáenz de Cámara