16-17 junio, Barcelona. 

Pocos son los encuentros como este. Un encuentro, donde no sólo, los clásicos brillan. Brilla también, uno de los lugares históricos de nuestra región, de la historia de la movilidad, transportes y vehículos. El mundo de los clásicos tenía un fin de semana de fiesta mayor y de las gordas.

La Panadella no era un lugar desconocido, era un punto de paso y de parada obligatoria para viajeros y viajantes. Una parada obligatoria, que la modernización de los vehículos, y también de las carreteras, relegó y ha quedado relegada a una parada opcional o nostálgica. Y este encuentro, que organiza el Club de Vehículos Históricos de Lleida, por un fin de semana, recupera el espíritu y la escénica de la Panadella. Un fin de semana donde ir a la Panadella a tomar un café al Bayona, se convierte en un viaje en el tiempo. Mirar el aparcamiento y verlo lleno de camiones, autocares y coches como los que paraban hace años: vehículos de los años 50, 60, 70 y 80 pero también vehículos de los 20 y 30. Aquellos vehículos de mercancías, de pasajeros y coches de viajante o turistas que hacían la primera parada, o tal vez la última, de una escapada familiar.

4 Pueblos implicados. Esta es la magia que el Club de Vehículos Históricos de Lleida nos regala cada año. Y no es de extrañar que los Ayuntamientos de Sant Guim y Montmaneu apuesten y colaboren cada año. Esta historia les es muy cercana. Y lo hacen recibiendo los participantes en su casa, con aperitivo, visitas y lo que convenga.

Pero en esta edición, Santa Coloma de Queralt (Conca de Barberà) también ha querido participar. Y qué buena decisión. Toda la comitiva y espíritu de la Panadella, quedó estacionada en la Plaza de la Villa.

También Cervera, que celebraban la Fiesta del Pan y del Cereal, se sumó estacionando los vehículos delante el edificio singular del Sindicato Agrario.

Magnífico Futuro. Cuando la vimos presentar, con mucha ilusión por esta segunda edición, ya lo comentamos. Este encuentro, Espíritu de la Panadella, nació para quedarse y para convertirse en uno de los encuentros destacadas del año para cualquier aficionado. Y esta segunda edición, con día y medio de actividades, ha demostrado lo que decíamos. Con sólo dos ediciones, ha conquistado al público y a los pueblos vecinos. Y esto, solamente se puede explicar, dando valor, el Espíritu de la Panadella perdido, y recuperado, por los amigos del Club de Vehículos Históricos de Lleida y los comercios de la Panadella.

¡Gran actividad que nos regalan los amigos del CVHLL, y no sólo por el número y valía de vehículos clásicos, sino también por la escénica y energía que se respira!

Muchas gracias amigos, ¡salud y gasolina!

Fotos: CVHLL