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Las motos antiguas y clásicas lucen en la Plaza Santa María de Casserres

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Unas 35 motos participaron en la 8ª edición del encuentro en Casserres el pasado domingo 18 de julio.

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Las más veteranas fueron: Montpoe con Sidecar de 1927, de Rafael Casellas y Emili Casellas, ARIEL de 1936, de Alex Rierola, y la BSA de1938, de Josep M. Amatller.

La motocicleta de más baja cilindrada fue la Guzzi 65, de Victor Font y Natalia. Las de mayor, la Honda Goldwing GL 1000 de Enrique Dauner, y la Laverda 1000 RGS de Miguel Ferre. 

También queremos destacar por su restauración la NSU MAX del año 1956, de Jordi Bores, y la Lube NSU del año 1957, de Ramon Seuba.

En cuanto a los 45 participantes, no faltaron a la salida los habituales, la familia Tarrés con 4 motos nacionales Bultaco y Ossa, las Ducatis de Joan Gros y Lleonart Barniol, y en cuanto a la pandilla más numerosa, volvieron a ser nuestros amigos de Navarcles con 8 motos, representados por las familias Vendrell y Sánchez.

Los participantes más lejanos fueron: Víctor Font, de Figueras, con la Guzzi de 1957, José Luis Gargallo, de Tarragona, con una Sanglas de 1982, y Esteban Jiménez de San Jaon les Fonts, con una Ducati 250 de 1965.

Una vez hechas las inscripciones y saludos, iniciábamos la ruta hasta el lugar de desayuno. Poco después de salir de Casserres, a la Ossa de Florenci se le rompió la cadena y rápidamente cambió de moto, ya que no se quería perder la comida que nos esperaba en el Restaurante Cal Parera de l’Espunyola. Durante la ruta, a algunos les sorprendió la botella de plástico que llevaba al chasis la Guzzi. Si alguien podía pensar que era un protocolo covid para tener las manos desinfectadas se equivocaba. El uso del recipiente era para refrigerar manualmente con agua el cilindro de la Guzzi. La verdad es que con la gente de las motos de tiempos pasados, hay todo un mundo de sabiduría y anécdotas curiosas.

Queremos destacar el gesto que tuvo Joan Muntada, que con su furgoneta recogió una moto que no quería hacer el segundo sector y la llevó al punto de salida en Casserres. La matinal de motos terminaba en la Masía de Canudes, con aperitivo y tertulia para seguir fortaleciendo nuestras amistades.

Por parte del Club, queremos felicitar a todos los participantes por venir, a Jesús y Teresa por su buena acogida en la masía, y Jordi y Joan Jordana por su buen trabajo de organización.

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