En 2017 fue el club de Huesca quien se desplazó al norte de Italia para realizar el primer hermanamiento entre los clubs. Este año tocaba devolver la visita a los amigos de Bérgamo.

Fueron 19 los vehículos llegados de Italia con 44 personas a bordo. Estos vehículos del modelo Fiat Topolino fueron los protagonistas de unas intensas jornadas en las que junto con los miembros del club oscense disfrutaron del paisaje y la gastronomía altoaragonesa.

Haciendo un resumen de su estancia, diremos que el primer día se hizo un pasacalles por la capital y se expusieron tanto los Topolinos como el resto de vehículos acompañantes en el centro de la ciudad para el deleite del público. Recordemos que el Topolino es el precursor del Fiat 500 y es tan emotivo como puede ser el 600 en España. Después se hizo una recepción por parte de las autoridades municipales y una visita guiada por la ciudad de Huesca. En los siguientes días se visitaron las localidades pirenaicas de Jaca y Sabiñanigo, así como el pueblo de Alquezar y el famoso Castillo de Loarre.

Los amigos italianos se fueron maravillados con todo lo visto, ya que además a velocidades no superiores a ochenta por hora da tiempo a disfrutar de las carreteras y el entorno.

Para finalizar en la sede social del club anfitrión transcurrió la despedida. Una entrega de recuerdos sirvió para poner el broche final al encuentro que ha hermanado a sendas asociaciones.

El Huesca Club de Vehículos Históricos tiene como finalidad, además de dar a conocer el patrimonio automovilístico, el divulgar el potencial turístico y gastronómico de la provincia en todas sus actividades.

Sergio Bercero