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Celebrada la Concentración del Club 850 Coupe y Spider en Cádiz

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Club 850 Coupe y Spider de España: Alcanzar Cádiz, un sueño entre sorpresa, historia y realidad. 

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Unos días antes del pasado puente de mayo, preparamos el recorrido a la “XXVIII Concentración de Vehículos Históricos del Club 850 Coupe y Spider de España” que se celebraría en Cádiz, la del año pasado fue en Asturias y la anterior en Sevilla y El Rocío.  Al desdoblar el mapa observamos el camino a seguir desde Gijón atravesando la que posiblemente es la mayor distancia entre el norte y el sur, y gracias a ese centinela del espíritu que es la memoria, ésta nos ayudó a unir los dos milenarios tómbolos, ambos importantes e históricos, el gijonés y el gaditano. Para ello elegimos la Ruta de la Plata, ese camino tan nuestro, rememorando aquella mítica prueba “Rallye Ruta de la Plata” de hace medio siglo (1968) que habíamos organizado en nuestra ya muy veterana escudería Peña Motorista de Asturias y fundada en 1945. Venció Sandro Munari seguido de Paganelli y Bragatión, todos con los Lancia Fulvia de la Scuadra Corsa, seguidos por Tramont, Ruiz-Giménez, Sainz, Doncel …

En nuestros pensamientos, la esperanza de un buen viaje. En total 2.000 kms que nos animaban a no tener aspiraciones de magnitudes como el tiempo o el espacio. Así, tras varias reflexiones, decidimos seguir la recomendación horaciana: “Cuando se inicia una cosa ya se tiene conseguido la mitad de ella” y partimos, haciendo camino al rodar, deseosos para también comprobar si es cierto que la fortuna favorece a los audaces.

Parece ser que los responsables de las infraestructuras viales españolas deben viajar muy poco por carretera entre el noroeste y el sureste. No obstante, deberían saber que la segunda vía en longitud e importancia tras la mediterránea, la Ruta de la Plata, se ha convertido actualmente en el más nefasto ejemplo de lo que debería ser una autovía de esa importancia, que muy pronto nos enseñó que Castilla es más larga que ancha y en un abandono de tal envergadura que es difícil encontrar en Europa algo similar.

Quienes intentamos respetar escrupulosamente el Código de Circulación y hemos circulado ahora por esa vía hemos experimentado la más grande de las decepciones. Y lo hemos hecho conservando la mecánica a 90-95 kilómetros hora con nuestros viejos cacharros de 52 sobrios caballos, pero no por ello menos briosos y bellos de estampa, obras maestras de Giovanni Bertone (spider) y Dante Giacosa (coupe) ambos bajo la tutela de Gianni Agnelli. Estas limitaciones no fueron problema, la dificultad surgió cuando nos encontramos con una auténtica trampa de grandes e incontables riesgos para la totalidad de los vehículos que circulan por estos tramos de la A-66. Son centenares de kilómetros repletos de piso muy cedido con ondulaciones, rebacheos, y miles de baches-dobles en los que entran a la vez las cuatro ruedas sin posibilidad de esquivarlos. El “lamento de las suspensiones” es muy perceptible hasta en los vehículos más modernos y ya no digamos para los demás coches, también para los clásicos e históricos con magnificas suspensiones que en circunstancias de asfaltos normales son muy confortables y de gran estabilidad. En este caso concreto, y a pesar de las grandes dificultades del firme (ha desaparecido el aglomerado asfáltico y el color amarillo indica claramente que sobre los que rodamos es piedra) la solidez de su suspensión ha quedado suficientemente acreditada tras resistir tantas horas de calvario, a pesar de no haber sido diseñada para esta peligrosa tortura.

Hemos visto como algunos camiones invadían el arcén para evitar la mitad de los baches.

Son innumerables los turismos que circulan por el carril de la izquierda (el rápido) sin necesidad de adelantar a nadie, para aprovechar las posibles mejoras que esa zona del asfalto presenta, que no son muchas.

Nos comentaban que la rotura de parabrisas es constante. Uno de los participantes en nuestra concentración, procedente de Burgos, nos informaba a su llegada a Cádiz que había sufrido la rotura de su luna delantera debido a una de las piedras que saltan.

Exceptuando la zona de Asturias y León, en los restantes centenares de kilómetros de esta A-66 es sorprendente que prácticamente no existen áreas de descanso de acceso inmediato para poder seguir la muy válida y antigua recomendación consistente en descansar cada cierto tiempo.

Si se necesita combustible o pararse a comer hay que hacerlo desviándose, en el mejor de los casos, varios kilómetros a los pequeños pueblos que la bordean. En cuanto a tipos de combustibles no los hay todos al tratarse pequeñas gasolineras.

Asturias no es ejemplo, ni mucho menos, de buenas comunicaciones con el resto de España. En especial hacia el sur y por vía férrea padece por carretera al igual que Castilla y León, Extremadura y Andalucía las grandes dificultades actuales de la Ruta de la Plata, todo ello agravado por la total ausencia de información oficial al respecto.

Una vez en Cádiz, disfrutamos de la camaraderia de los socios del club anfitrión y su desvelo por atender a quienes llegábamos de tan dispares y lejanas regiones. Ello nos hizo olvidar inmediatamente lo sufrido. Fueron días felices en los que incluso nos recibió la corporación municipal de tan bella ciudad, sesión en la que tuvimos oportunidad de comentar algunos detalles de los momentos previos a la firma de la Constitución de 1812 y recordar a Jovellanos, quien un año antes de fallecer (1811) había redactado el borrador para La Pepa. No la pudo vivir y su memoria ni tan siquiera fue recordada, y por tanto no respetada en los fastos que en 2012 se celebraron en toda España para conmemorar la citada firma. Los gaditanos allí presentes fueron más respetuosos que yo, y como lo entendieron no me reprendieron.

Fueron días felices clausurados con una cena de amigos, donde también se recordó a los ausentes que no pudieron asistir y también a los que ya se fueron.

Para la vuelta, y como los años nos proveen de paciencia y sosiego, un halo de esperanza en el sentido de una posible y futura mejora nos animó a no regresar por otro itinerario alternativo. Desgraciadamente la sentencia de Leonardo, aquel que se adelantó a la Humanidad construyendo toda clase de máquinas y vehículos se cumplió una vez más: “El hombre es eternamente víctima de la suprema locura que lo hace padecer, en la esperanza de dejar de padecer”.

Tras tan largo recorrido, hoy nos sentimos muy recompensados al haber conseguido acercarnos a una imaginaria victoria sin recompensas. Todos los compañeros reunidos, como viene ocurriendo desde hace casi tres décadas, han sido partícipes desde entonces de esa victoria final de la racionalidad y el entendimiento, aspectos que nos han conducido al cariño entre todos nosotros y que hago votos para que perviva durante muchos años, pues el ocio del espíritu no es solamente una fórmula de felicidad, es la más recomendada.

Es necesario agradecer ahora a nuestro compañero Spider, nacido en diciembre de 1970 un elogio en forma de piropo por su constante y briosa mecánica y, que con tan solo 903 c.c., consciente de sus carencias respecto a la vertiginosa sofistificación tecnológica actual, nos habla constantemente para que cuando aparecen dificultades en forma de fuertes rampas, puertos… le ayudemos. Él también nos recomendó en ese regreso que mentalmente siempre se hace más largo, no imitar a Ícaro y dejar las alas de la altura y de la prisa en un rincón del pensamiento. El resultado fue magnífico. Gracias amigo.

Texto: Rafael Loredo Coste

PARADOJA CASUAL. Al día siguiente de redactar este escrito leo en la prensa el anuncio de la reparación en profundidad de 53,2 kilómetros de la A-66 entre León y Benavente presupuestado, tras un detallado estudio del Ministerio de Fomento, en 11,9 millones de euros. Al concurso de adjudicación han concurrido 73 empresas. La gran sorpresa es que la obra, que tendrá un plazo de ejecución de 21 meses, ha sido adjudicada en tan solo 6,8 millones, es decir un 43,1 % menos que el presupuesto estudiado por el ministerio. Preocupante asunto que muchos no alcanzamos a entender, por decirlo de forma prudente. La gran pregunta es ¿cuándo se repararán los centenares de kilómetros restantes y sus imprescindibles equipamientos de servicios ya comentados? 

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