22 julio, Valencia

El día empezó nublado y con riesgo de lluvia, pero pronto nos animamos entre los miembros del Club de que no iba a llover, nos esperanzamos en que el “milagro” obrase y tuviésemos tregua durante toda la mañana. Solo queríamos eso, que nos aguantase el tiempo hasta las 2 del mediodía, hora de terminar el evento.

Antes de que tuviésemos todo a punto, empezaron a llegar los coches para nuestra sorpresa. El primero fue un SEAT 127 en color verde oliva. Fueron desfilando poco a poco uno tras otro, verdaderas joyas sobre ruedas repletas de historias. Mientras unos recogían los datos a la entrada otros se dedicaban a poner en su sitio a cada uno de los coches y motos que llegaban. Los deportivos en un sitio, los 4x4 en otro, etc. Una verdadera locura, tuvimos que habilitar una calle colindante para dar cabida a todos.

La mañana fue pasando, con el sol escondido entre las nubes. La gente paseaba con sus hijos, contemplando los coches y se escuchaba pequeñas conversaciones entre padres e hijos: “Mira hijo, este coche fue con el que yo empecé a conducir”, “Uno como este tenía el abuelo, si no lo hubiésemos vendido…”.

Ya en la recta final de la jornada, nos pusimos a deliberar entre los miembros del grupo los diferentes premios que teníamos preparados. Al final conseguimos consenso y dimos el premio al Más Antiguo a un Porsche 356 de 1957, al Mejor Conservado a un Seat 1400 y como colofón al Más Original a una réplica exacta del Coche Fantástico, un Pontiac Firebird.

La concentración terminó con el sabor dulce de haber hecho el trabajo bien hecho. Todos nos felicitaron, los asistentes, los participantes y las autoridades. Vamos a empezar a trabajar para que la próxima, la del año 2019 sea por lo menos igual que esta. ¡Ya nos rondan ideas por la cabeza! Os esperamos a todos con los brazos abiertos.

Fotos: La Miranda, Old Gear