El recorrido constaba de 3 tramos muy divertidos, con los correspondientes enlaces. Todo ello sumaban 141 km, no muchos pero lentos de hacer. El primer tramo era todo un clásico, el Coll de Bracons por la carretera que desde Sant Pere de Torelló lleva a Joanetes, para hacer un reagrupamiento en Can Trona.

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El segundo tramo era una sucesión de caminos rurales que, desde Can Trona, por Mallol y La Pinya, sale a la carretera de Riudaura, donde por un sendero asfaltado, se accede a la carretera de Olot a Sant Joan de les Abadesses por el Coll de Coubet. Así, nos ahorrábamos la travesía de Les Preses y la de Olot, que suelen ser muy enrevesadas. La cruz de este camino es que hay puntos donde dos coches no pasan, pero estuvimos de suerte al encontrar muy pocos de cara. Y la continuación hasta Sant Joan de les Abadesses es una carretera preciosa.

El tercer tramo era, desde más arriba de Camprodon, la carretera a Rocabruna, Beget (donde se paró a hacer una corta visita) y Oix hasta Castellfollit de la Roca. Aquí hay que hacer un agradecimiento al Ayuntamiento de Camprodon-Beget: En un lugar tan visitado como Beget y con tan poco espacio para aparcar nos reservaron un lugar para nosotros. ¡Gracias de verdad!

Por último, comida en la Font Moixina, un buen lugar de Olot que no conocíamos y que nos recomendó un buen compañero de afición. Gracias también.

La única desgracia del día fue la rascada en el lateral que algún desconocido desaprensivo, maniobrando en el aparcamiento del restaurante, causó al 944 recién restaurado de chapa de un compañero de salida. ¿Tanto cuesta dejar un papelito diciendo "usted perdone, he sido yo, aquí tiene mis datos y los de mi seguro?". ¡Todavía nos queda mucho para ser un país cívico!

Texto: Granera