XXIII Encuentro Internacional de Vehículos Militares Históricos El Guixaró 2017

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Como ya es tradicional cada año, el Encuentro Internacional de Vehículos Militares Históricos El Guixaró arrancaba desde el Hotel Oreneta de cal Bassacs, en Gironella. La de este año es la edición número 23 del encuentro y comenzó el jueves con la etapa más larga, ya que se hicieron 115 kilómetros a lo largo de todo el día.

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9-12 marzo, Gironella

De hecho, todos estos kilómetros se recorrieron en 10 horas, empezando a las 10:30 de la mañana y finalizando la etapa a las 20:30 h. Durante el trayecto se pudo ver como el participante Jordi Casals ayudó a algunos de los vehículos a causa de algunas pequeñas averías que se solucionaron sin problemas posteriores. La comida fue en Can Blanc de Vilacireres, en el municipio de Gósol, una masía adaptada al turismo rural y envuelta de naturaleza.

Genial fue la palabra con la que los participantes resumieron este primer día de encuentro. Esto fue por muchas razones, pero sobre todo por el recorrido, que fue espectacular, y por el buen ambiente y las temperaturas con las que acompañó el día, ya que eran muy altas para la época del año en que estamos.

Una vez finalizada la etapa del jueves, el viernes la familia del Guixaró iba aumentando con las inscripciones hechas y numerosos grupos de personas que iban llegando. Los participantes seguían por pistas hasta llegar a Camdeperets, donde se hizo un reagrupamiento. Y ese fue un momento idóneo para que Enrique Pascual aprovechase para sacar el Txakoli, unas patatas y unas olivas para hacer un aperitivo al lado de su espectacular Dodge. Después de la rápida parada, se siguió la ruta que los llevaría hasta Cal Rosal. Allí se esperó a que hubiesen llegado todos y comieron en el restaurante Sol i Cel.

Después de la comida, durante el inicio de la tarda los participantes se dirigieron a la zona de trial para poder poner a prueba las impresionantes máquinas históricas que habían traído.

Después de disfrutar con los vehículos, la Familia Puig ofreció un año más una merienda en la masía Canudes y, a continuación, los participantes se retiraron hacia los hoteles cuando ya había anochecido, ya que les esperaba la cena en el restaurante Cal Pajares.

Y llegó el fin de semana. Con todos los participantes descansados después de dos días de gran goce por las tierras del Guixaró, el sábado una numerosa caravana salía de allí para dirigirse al Santuario de Queralt, donde las vistas espectaculares impresionaron a los presentes y vieron como el parking quedaba teñido de verde.  Un espectáculo maravilloso.

Después de eso, el grueso grupo siguió el recorrido para llegar hasta el Pi de les Tres Branques, donde de nuevo enlazaron la pista forestal hasta llegar a l’Espunyola. En Cal Parera recuperaron las fuerzas con una comida y, una vez finalizada, siguieron el camino de tierra que les llevaba al Guixaró de nuevo.

A las 21:00 se produjo la cena de gala en Cal Marçal, donde muchos lucieron sus mejores galas y uniformes. Allí se hizo el reparto de premios y, a continuación, los gin-tonics fueron los protagonistas de la noche hasta bien entrada la madrugada.

Ya el domingo, la colonia Guixaró se llenó de gente y coches militares clásicos y motos. Junto a ellos, un numeroso público pudo presenciar y disfrutar de las acrobacias del avión y del mercado de piezas para vehículos militares de época, militaria, anticuarios y coleccionistas, cuyo responsable era Jordi Carreras.  Seguidamente, los vehículos militares hicieron la “trialera” que se hizo en la primera edición en el año 1995, y los participantes se dirigieron a Casserres.

Y la paella popular que sirvió la Asociación de vecinos puso fin a una nueva edición del Guixaró, la 23, en la que Javier Ros Tur de Ibiza, con un Jeep, se hizo con el premio Guixaró 2017.

Desde HISTÒRICS queremos destacar la colaboración de los guías en todos los caminos de los conocidos “Casserrencs”, Jordi Jordana, Joan Jordana y Josep Subirana; el genial e imprescindible trabajo de todos los vecinos del Guixaró con los desayunos y la comida del domingo; al Ayuntamiento de Casserres que ayudó con todo el material necesario para que la fiesta fuese un gran éxito; y, cómo no, a todos los participantes y su buena predisposición, ya que hay que recordar que algunos no se pierdan ninguna edición desde hace 23 años.  ¡Muchas gracias a todos ellos por hacer de este evento algo una experiencia inolvidable!

Texto: Joel Araque Nieto

Fotos: Històrics

    

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