Renault 10: Carisma y Servicio

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El Renault 10 (R 10) nació en Francia, en los primeros años 60, para acortar distancias entre el R 8 y el R 16, con señas de identidad propios y revestidos de carisma y servicio. Sería un derivado del R 8 con acabados y detalles de más calidad y buen gusto. El R 8 llegaría a España en 1965, 3 años después de su nacimiento en Francia. 

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El R 10 era un R 8 alargado en sus volúmenes, tanto delantero como trasero, ganando así 20 centímetros; aumentándosele el maletero en 75 litros, con discreto aumento de cilindrada. Ambos modelos de la marca del rombo serían los últimos que traían el motor atrás. El R 10 se presentó en España en el otoño de 1966, siendo un vehículo rey en su gama. Llevaba bello tablero de instrumentos, volante y salpicadero, e imitación de madera. De segmento medio, llevaba 4 cilindros en línea refrigerado por agua, potencia 44 CV a 4600 r.p.m., 4 velocidades, combustible depósito de 38 litros. La velocidad máxima era de 132 kilómetros hora; frenos, 2 discos delanteros y 2 tambores traseros, sin servoasistencia; pesando 775 kilos.

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En 1967, justo al año de su presentación a los españoles, el R 10 superaría las propias ventas del R 8, casi en un 30 %, aunque sufriría las sombras que le proporcionaría el lanzamiento del R 8 TS, por lo que puede decirse, de alguna manera, que tuvo “al enemigo en casa”. En otro orden de cosas, la llegada de un nuevo modelo de la marca española Seat -1968-, a través del 124, que sólo costaba 4000 pesetas más, perjudicaría el mantenimiento en el mercado del R 10, cuyas ventas se resintieron, teniendo que competir con nuevas berlinas, no sólo con el R 8, sino con el Simca 1000, luego el Simca 900, y más tarde el Simca 1200; el Morris 1100, y el Austin 1300. En 1971 se fabricaron los últimos 100 ejemplares, pasándole su cetro al R 12, época en la que ya había vuelto la configuración clásica de motor delantero y de transmisión trasera. El motor del R 10 fue de 1108 cc, de vistosa carrocería, como se advierte, aunque marcando distancias aún con el Seat 1500 y, desde luego, el Dodge Dart.

En 1967, en Francia sería sometido a un ligero rediseño con faros delanteros rectangulares, parecidos a los del R 16, pero felizmente estas modificaciones no llegaron a España.

Para finalizar, decir que el entonces Ministerio de la Gobernación (hoy Ministerio del Interior) decidió renovar la flota de berlinas de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, disponiendo entonces de Seat 1400, Land Rover Santana y Citroen 2 CV (vehículo endeblito, por otra parte, impropio del Cuerpo, a juicio de este autor). En 1969 las carreteras españolas se llenaron de R 10, color verde corporativo y puertas delanteras en blanco, con el emblema del Cuerpo dentro del rombo de fondo rojo, otrora reglamentario, y el nombre de la Unidad, en semicírculo superior. En el techo, la habitual sirena, color policial, obviamente (azul), y el rótulo propio de la Unidad. Hubo otros ejemplares más discretos usados como coches radar estáticos.

La Guardia Civil se convirtió en el mejor cliente del R 10, y en los últimos tiempos de su producción varios centenares, fabricados en FASA, en Valladolid, prestarían servicio en el Instituto Armado. El R 10 sería sustituido por el R 12 en 1970. En el caso de la Benemérita serían sustituidos, al finalizar su vida útil, por el Seat 124, permaneciendo ya la puerta delantera en blanco.

Francisco Glez. Del Piñal Jurado

Historiador y Académico

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