Gran debut de Sitges como sede de la Trobada Internacional de Microcoches Clásicos

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La 16ª edición del encuentro de microcoches organizada por el Clàssic Motor Club del Bages reunió un centenar de modelos únicos durante el fin de semana del 27 y 28 de mayo. Llegaron participantes de Portugal, Francia, Alemania, Austria, Italia, Inglaterra y Holanda, además de numerosos puntos de España.

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Sitges, en la costa barcelonesa de la comarca del Garraf, recogió el testigo de la tradicional sede, Manresa, y acogió con notable éxito la 16ª edición de la Trobada Internacional de Microcoches Clásicos que organiza cada dos años el siempre activo Clàssic Motor Club del Bages.

Este último fin de semana de mayo brindó un tiempo excepcional, soleado y muy con temperatura muy agradable, lo que permitió que el conjunto de actividades previstas para los participantes se cumpliera con toda normalidad y en unas condiciones óptimas. ¡Fue un auténtico lujo disfrutar de los pequeños descapotables, en su mayoría, por el paseo marítimo de Sitges o por la famosa carretera de curvas de las costas del Garraf!

El cambio de sede, junto con las rutas programadas a Vilafranca del Penedès y Castelldefels, cumplieron el objetivo de sorprender y renovar el atractivo para los participantes en este encuentro de pequeños utilitarios clásicos. Las rutas, la oferta cultural y gastronómica de la zona fueron un magnífico extra para este singular encuentro.

Desde el viernes, fueron llegando a Sitges los casi 100 microcoches clásicos de antes de 1969 inscritos. A ellos se sumaron un par de motocicletas, que también tuvieron su público.

Isseta, Biscúter, Messerschmitt, Heinkel Kabine, Goggomobil, PTV, Fiat 500... participantes llegados de multitud de puntos de España y Europa se citaron el sábado a las 11 de la mañana para dar el pistoletazo de salida en la plaza de la Fragata de Sitges.

El paseo inicial por el pueblo puso rumbo después hacia la comarca del Penedès, una tierra espectacular en estas fechas con sus extensísimos y famosos cultivos de viñas. El destino final, las Bodegas Torres. Allí, en diversos grupos, según el idioma de los asistentes, disfrutamos de una visita guiada muy entretenida y realmente sorprendente en muchos aspectos. Son un referente en el mundillo del vino y sus instalaciones y preparación para difundir su actividad están a la altura. Los coches descansaron allí durante el mediodía, porque para comer hubo visita a otro punto central de la comarca del Penedès... la sede de los Castellers de Vilafranca, conocidos como "Els Verds", la colla castellera número uno. Allí se sirvió la comida y cuando la comitiva de la Trobada ya iba de camino a por los vehículos para regresar a Sitges, vimos como el espacio se iba llenando de camisas verdes de las edades y condiciones, preparándose para los ensayos que en la inminente temporada de castells les exigirá volver a superarse para mantener su estatus de número uno.

Para acabar la jornada, hubo baño de masas en el paseo marítimo de Sitges. De regreso de Vilafranca, los microches y las motos circularon durante una media hora por el paseo marítimo haciendo las delicias de los peatones, que una tarde soleada de mayo son multitud en una villa como Sitges. En el paso inicial del bucle, se presentó uno a uno a los participantes, sus puntos de proveniencia, las particularidades de sus vehículos y, en definitiva, un poquito de historia del automovilismo al aire libre. Tras el paseo, los coches quedaron en exposición en el parque cerrado hasta la hora de cenar... momento de fotos y más fotos por parte del público.

El domingo, de buena mañana, la ruta marcaba rumbo al norte, hacia Castelldefels, donde se sirvió el completo desayuno del día. Fue en las instalaciones del canal olímpico que albergó las pruebas de remo en Barcelona'92, convertido ahora en un centro polideportivo muy diverso y activo.

Lo mejor de todo era que los coches se comportaban con notable eficacia. Alguna avería -solucionable- y problemas mínimos mantenía la caravana en plenitud.

La ruta de ida y vuelta atravesaba la carretera de las costas del Garraf, una vía con vistas magnífica bordeando el mar. De hecho, no había alternativa, porque una autopista de peaje no es una opción para los microcoches... y ni así, ¿quién iba a querer perderse esos 15 kilómetros de curvas con la grandeza del Mediterráneo al lado?

Al regresar a Sitges, se repitió la caravana por el paseo marítimo, esta vez con el aliciente de la votación popular para elegir el coche preferido del público, que nuevamente, domingo soleado y playero, abarrotaba las zonas turísticas del pueblo. Aprovechar ese escaparate para mostrar la riqueza y diversidad de los microcoches participantes en la Trobada fue una gran oportunidad para promocionar la afición por los clásicos.

La exitosa 16ª Trobada Internacional de Microcoches Clásicos finalizó al mediodía en el Hotel Dolce de Sitges, con la comida de hermandad, la entrega de recuerdos y obsequios y el fallo de los premios 2017 al "Concurso de elegancia", al "Llegado desde más lejos global", "Llegado desde más lejos de España", "Llegado desde más lejos por carretera" , a la "Desgracia", a la "Mejor Restauración", "Mejor Conservación", el "Más Antiguo"… y el de votación "Popular". En definitiva, buenos motivos para una clausura amena y divertida que dejó un muy buen sabor de boca a los participantes y que dejó el listón de una localización como Sitges para futuras concentraciones.

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